Ciudad de México, 25 abr (EFE). – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, denunció este jueves la represión en Estados Unidos de miles de académicos que se manifestaban a favor de Palestina en decenas de universidades de todo el país.
«Prestan mucha atención a lo que hacen otros países y es bíblico: ven la mota en los ojos de los demás y no la viga en los suyos. Tan pronto como viste (las protestas) ayer, no intervinimos, pero mire, ayer son ellos los que juzgan los derechos humanos», dijo el presidente en su conferencia de prensa matutina.
El presidente mexicano mostró un video de los acontecimientos ocurridos en el estado de Texas, donde policías estatales, a caballo y con equipo insurrección, irrumpieron el miércoles en una protesta no violenta contra la guerra en la Franja de Gaza y arrestaron a académicos que se manifestaban en Palestina. .
Según las autoridades estadounidenses, las manifestaciones se han extendido hasta el momento a Austin (Texas) y Nuevo México, además de las que se han manifestado en los últimos días en Berkeley (California), Yale (Connecticut), Michigan, Minnesota, Chicago, Los Ángeles y Washington. .
La elegancia política estadounidense se ha opuesto habitualmente a las protestas.
López Obrador denunció hipocresía tras el informe anual del Departamento de Derechos Humanos de Estados Unidos, que advirtió sobre la violencia y la impunidad en México.
Criticó a Estados Unidos por ser «jueces globales» en la protección de los derechos humanos, incluso cuando este tipo de represión ocurre en las protestas, además de «otras cosas peores».
«¿Cómo van a ser jueces globales en la defensa de los derechos humanos si son ellos los que venden el máximo de armas en el mundo?¿Y son armas de juguete?¡No! Son armas de destrucción que resultan en la pérdida de vidas humanas». . , gente irreprochable», dijo.
El suyo se produce apenas un día después de que el presidente estadounidense Joe Biden promulgó una ley valorada en 95,3 millones de dólares, sumando 60,8 millones de dólares para Ucrania, 26,4 millones de dólares en ayuda militar a Israel y 8,1 millones de dólares para los aliados de Washington en Asia, como Taiwán.
En este sentido, dijo que hace falta «valentía» para que, tras aprobarse la política de control de armas, actúen como «jueces» en materia de derechos humanos.
«Es muy grave», insistió.
Sin embargo, afirmó que es mejor respetar la soberanía de los demás y no preocuparse por este tipo de cuestiones.