Presidente Piñera en The New York Times: “No habrá crecimiento y desarrollo sin justicia social”

Tras muchas entrevistas a medios nacionales y extranjeros, el Presidente Sebastián Piñera, expuso este miércoles su análisis sobre la crisis social que afecta al país, por qué no las vio venir y las acciones que ha adoptado para poder salir de ésta acogiendo los principales requerimientos de los chilenos.

“Hoy, la desigualdad de ingresos en Chile es menor que el promedio latinoamericano. Pero no supimos aprovechar lo suficiente el poder del crecimiento para reducir la brecha de ingresos. Muchos sintieron que quedaron atrás, inundados por un sentimiento legítimo de injusticias que desencadenó en una ola de protestas sociales”, expuso el gobernante en una columna publicada por The New York Times.

En esa línea y a dos meses de desatado el estallido social el Jefe de Estado dijo que “para responder a ese llamado y luchar contra las desigualdades, necesitamos una agenda social ambiciosa, mantener un crecimiento sano de la economía y lograr un acuerdo constitucional con participación amplia e inclusiva, que refleje los valores y principios que han forjado nuestra nación”.

Reiteró también que en las últimas semanas “hemos experimentado un enorme e inesperado estallido de violencia, incendios, disturbios, destrucción y delincuencia, que ha causado un grave daño al cuerpo y alma de Chile” pero destacó que “en medio de esta ola de violencia, surgió en un proceso de naturaleza totalmente diferente: el mayor movimiento social de nuestra historia reciente”.

“Los chilenos de todas las edades y sectores salieron a las calles a protestar legítimamente contra las desigualdades excesivas, las bajas pensiones, la calidad y el costo de los servicios públicos, los abusos en el suministro de bienes y servicios y otros problemas que se venían acumulando desde hace décadas. En un día en particular, más de un millón de personas se expresaron en las calles”.

Respecto de ello, precisó que durante “mientras ejercimos nuestro deber de restaurar el orden público y la seguridad ciudadana, nuestro gobierno tomó todas las medidas y precauciones necesarias para garantizar el máximo respeto de los derechos humanos de todos”, recordando que fue él mismo quien pidió a organismos de DDHH enviaran observadores.

Piñera enfatizó también que “en estos tiempos difíciles, nuestro mejor aliado ha sido nuestra democracia, nuestras instituciones y nuestro Estado de derecho, que permanecieron intactos y desempeñaron un papel esencial durante la emergencia”.

El Mandatario recalcó que en esta etapa “necesitamos una nueva transición, inspirada por una nueva visión, escuchando a nuestros ciudadanos y encontrando juntos las soluciones a corto y largo plazo que cimentarán el camino hacia una sociedad más libre, justa y próspera. Para lograr este objetivo, debemos actuar con un fuerte sentido de unidad, urgencia y responsabilidad”.

Por ello, enfatizó que “un Estado no puede alcanzar el pleno desarrollo si una parte significativa de su población o territorio no están participando de la generación y los beneficios del crecimiento”.

Recordó que esta agenda incluye un aumento en las pensiones y la creación del ingreso mínimo garantizado; mejores condiciones para las micro, pequeñas y medianas empresas; una reducción en el precio de los medicamentos y mayor financiamiento para la salud pública; la estabilización de los precios del transporte, el agua, la electricidad y los peajes; el aumento de los impuestos para los más ricos, y una reducción a los históricos altos salarios de los parlamentarios y de otros funcionarios del sector público.

“No tenemos tiempo que perder, porque no habrá justicia social sin crecimiento y desarrollo, y no habrá crecimiento y desarrollo sin justicia social” y por eso destacó el proceso nacional de diálogos ciudadanos, que permitirá a los chilenos expresar sus principales preocupaciones, demandas y aspiraciones, en espacios sin preguntas excluidas y donde los chilenos puedan discutir y debatir libremente sus ideas.

Por eso, acoró, “hemos acordado una hoja de ruta que nos permitirá, por primera vez en plena democracia y con participación ciudadana efectiva, acordar una constitución que nos brinde un marco de unidad, legitimidad y estabilidad, con el que podamos enfrentar los grandes retos y oportunidades del futuro. Después de todo, una casa dividida no puede prevalecer”.

“Estoy seguro de que los chilenos demostrarán una vez más el alma noble y solidaria de nuestro país. Juntos construiremos un país más libre, más justo, más fraterno y más próspero, un país que podemos llamar nuestro hogar común, la casa de todos los chilenos, donde podamos pensar de manera diferente, pero respetar nuestras diferencias y juntos construir un futuro mejor para todos”, concluyó.

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