MADRID, 6 de marzo (EUROPA PRESS)-
El Comité de Promoción de la Salud (SPC) de la Asociación Española de Pediatría (AEP) dispone de un documento, enmarcado en el «Plan Familia Digital», en el que expresa una serie de advertencias sobre el uso de pantallas en educación, con el fin de proponer su re- evaluación.
Actualmente en España, debido a las otras competencias en escolarización de las autonomías, existen posturas dispares respecto al uso de la generación en la escolarización. Sin embargo, desde la AEP señalan que su implementación no ha mostrado hasta el momento innovaciones en el aprendizaje respecto a la lectura. en papel o escrito a mano.
Para la coordinadora de este grupo de corredores, la doctora María Salmerón, “es vital diferenciar el uso de los smartphones en el horario escolar, que pertenecen a los escolares o sus familias, de la digitalización de la educación, es decir, el uso de medios de comunicación con fines pedagógicos. fines».
En este sentido, la ASP advierte que el último informe PISA indica que en promedio, en los países de la OCDE, uno de cada 3 estudiantes reporta distraerse en la clase matemática con sus dispositivos celulares, y uno de cada 4 se distrae con los dispositivos de sus colegas.
Del mismo modo, el uso de smartphones en el recreo se ha relacionado con un menor interés por parte de los estudiantes por socializar cara a cara con otros compañeros, una mayor frecuencia de ciberbullying y una menor actividad física, como destaca un estudio publicado en la revista clínica. Impactos sociales».
«En medicina, cuando se aprueba el uso de un nuevo fármaco, es obligatorio sacar a relucir estudios experimentales con equipos para demostrar que el nuevo fármaco es mayor que los que ya existen», dice el Dr. Salmerón.
«Además, se controlan los efectos de aspecto. En las aplicaciones que dicen tener una finalidad pedagógica se siguen los mismos criterios, pero no se hace», añade el pediatra.
Así, la AEP considera que se puede implementar el uso de programas en salas de estudio con un objetivo expreso siempre que se apoyen en estudios clínicos realizados con un patrón suficiente de usuarios y un grupo.
Entre las recomendaciones del documento, los pediatras proponen incluir, en las aplicaciones, el tiempo de uso que el estudiante desea realizar en la actividad propuesta, así como identificar mecanismos automáticos para una exposición excesiva.
Además, deberán indicar que el tiempo total diario frente a una pantalla no supera el aconsejado por las sociedades clínicas, siendo menos de una hora diaria entre los 2 y cinco años y menos de 2 horas a partir de los cinco años.
Teniendo esto en cuenta, los pediatras recomiendan que los gadgets sean activos del colegio, configurados para ahorrar el acceso a contenidos novedosos, con cuentas express para uso exclusivamente educativo y a su vez garantizar el acceso a los gadgets a todos los alumnos del centro.
Por otro lado, destacan la necesidad de juegos desde aplicaciones educativas, métodos como la gratificación inmediata o cualquier mecanismo que fomente conductas adictivas o un uso exagerado de las pantallas.
Como concluye el doctor Salmerón, “formar a profesores, estudiantes y padres en las habilidades que conlleva el efecto de las pantallas en la salud, la progresión neurológica, la progresión psicoafectiva del aprendizaje y la protección del conocimiento” y la ciberseguridad será fundamental para reducir el riesgo.