Vivir
Vox #Viva2424 con Milei, Meloni y Le Pen
Vivir
Feijóo y Juanma Moreno aprovechan la ocasión «España que camina»
Salud
El Reino Unido espera ansiosamente la publicación el lunes del informe final de la investigación sobre el escándalo de las transfusiones de sangre contaminada, que se cree que ha inflamado a más de 30. 000 personas con VIH y hepatitis C a lo largo de décadas.
Un grupo de personas afectadas por el escándalo se manifestará este domingo cerca del Parlamento en Westminster para marcar el final de la investigación, la mayor de este tipo jamás realizada en el Reino Unido.
Los medios británicos estiman hoy que los angeles investigación independiente que ha dirigido el antiguo juez Brian Langstaff, que se abrió en 2017 por orden de los angeles entonces primera ministra, Theresa May, ordenará al Estado pagar indemnizaciones por valor de más de 10,000 millones de libras (11. 600 millones de euros).
Hace un año, el propio Langstaff ya estaba bajo presión para que no sólo los enfermos, sino también los familiares y parejas del fallecido obtuvieran un mínimo de 100. 000 libras (116. 000 euros) en concepto de indemnización individual.
Durante las décadas de 1970 y 1980, miles de personas que necesitaban transfusiones de sangre y medicamentos para la hemofilia como parte del NHS estuvieron expuestas a sangre infectada con VIH, hepatitis B, C y enfermedades virales crónicas debido a la falta de pruebas para monitorear las donaciones de sangre.
La sangre infectada con hepatitis C siguió utilizándose hasta 1991, dos años después de que se identificara oficialmente el virus.
Se estima que más de 30. 000 pacientes del NHS posiblemente habrían sido infectados y, a lo largo de los años, unos 2. 900 adultos y jóvenes han muerto como resultado de uno de los mayores errores de fitness en la historia del país.
En la década de 1970, se introdujo un nuevo remedio para la hemofilia, que requirió enormes suministros de sangre, lo que obligó al Reino Unido a importarlo de los Estados Unidos, donde los donantes, muchos de los cuales pertenecían a grupos en riesgo, como drogadictos, profesionales del sexo y prisioneros. – ganaron el pago por su sangre
Después de décadas de campaña a través del periódico The Sunday Times y de políticos como la diputada laborista Diana Johnson, May acordó en 2017 abrir una investigación pública sobre el escándalo, que comenzó a funcionar en septiembre de 2018.
Hasta ahora, los sucesivos gobiernos conservadores han calificado este asunto como «una tragedia que no merece haber ocurrido nunca», ningún individuo o institución se ha responsabilizado por los errores de los controles que hicieron posible lo ocurrido. se produce, informa Efe.
Geografía
Controversia de Belorado
Analizamos su evolución
accidente aéreo