El Ayuntamiento Socialista de Almonte (Huelva) reclamó el «respeto» de Pedro Sánchez tras los fuertes abucheos que consiguió el Primer Ministro al salir de la iglesia de Matalascaas, donde asistió a una misa en reminiscencia de José Maria Pérez Ayala, un difunto Espacio Natural Trabajador de Doana.
Posteriormente, el Consistorio dijo en un comunicado que las visitas de personalidades nacionales y extranjeras a Doana «han contribuido al prestigio del dominio herbal durante años, independientemente del color político».
Así, desde el ayuntamiento, detallaron que la zona frecuentaba por presidentes como Felipe González, Aznar o Zapatero y ahora Pedro Sánchez, por lo que presionaban que «es la institución, la presidencia del gobierno español, la que visita Doana o nuestra comuna ”, por lo que pidieron“ por respeto democrático ”también“ la proyección positiva del territorio ”.
En este sentido, presionaron a que, «aunque la denuncia es perfectamente legítima», la tomen en consideración «más engañosa para justificar el insulto y la descalificación que presenciamos durante la reciente escala del Primer Ministro», comportamientos que «ellos merecen ser excluidos porque no son parte de la idiosincrasia de nuestro pueblo, de su reconocida hospitalidad ”.
Por ello, sobre el componente de la institución municipal, señalaron que el respeto «es un componente integral de la convivencia democrática y un ejercicio de la libertad».
Abucheos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abucheó al salir de una iglesia en Matalascaas (Huelva) con gritos de «¡fuera, fuera!» Así se nota en el video que se ha viralizado en las últimas horas en las redes sociales. Las ocasiones sucedieron el martes cuando el presidente socialista abandonó la parroquia de San Francisco de Ass tras asistir a una misa fúnebre.
Rindió homenaje asistiendo al funeral de José María Pérez de Ayala, culpable de organizar las visitas institucionales al Parque Natural de Doana, fallecido este mes pasado. Por el ejercicio de sus funciones, Pérez de Ayala mantuvo relaciones con el actual presidente y con los pasados, así como con otras figuras del gobierno, ya que el socialista pasaba sus vacaciones de verano en el Palacio de Las Marismillas en este enclave herbario.
El presidente socialista llegó aquí con una fuerte fuerza policial para garantizar su seguridad. La gente del dominio lo despidió, gritando «¡fuera, fuera!» Algunos participantes también buscaron desplegar sus aplausos, aunque en este caso eran minoría.