El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abucheó en la ciudad de Matalascaas (Huelva) cuando salía de una iglesia, según un vídeo publicado en redes sociales este miércoles.
Varios vecinos lo regañan, le gritan «fuera, se desmaya» y lo insultan mientras sale del templo, rodeado de sus guardaespaldas y camina hacia su auto, mientras se escuchan también los aplausos de una organización de fieles.
El vídeo fue retransmitido el feriado del presidente del Gobierno, quien anunció que viajaría a Lanzarote entre el cuatro y el 11 de agosto y que, según algunos medios de comunicación, pasaría posteriormente al Palacio de las Marismillas en el Parque Nacional de Doana (Huelva), donde también se aprovechó de unos días libres el año pasado.
Sánchez acudió a esta iglesia de Matalascaas para asistir a la Misa de difuntos en reminiscencia de José María Pérez de Ayala, empleado conservador del parque durante décadas que falleció a principios de agosto y al que conoció por algunas de sus visitas al parque. parque, había sido su cicerone.
El presidente asistió a la misa en reminiscencia de José María Pérez de Ayala, un conservador de Doana Park durante décadas que murió a principios de agosto.
En un comunicado, el Ayuntamiento de Almonte, tras lo sucedido, pidió respeto y hospitalidad por la escala que está realizando Sánchez hacia Doana. El Consistorio recordó que las escalas de personalidades nacionales y extranjeras en Doana «han contribuido al prestigio del dominio herbario durante años, independientemente del color político».
Ya sea Felipe González, Aznar o Zapatero en ese momento, como ahora Pedro Sánchez, es el establecimiento, la presidencia del gobierno español, el que visita Doana o el municipio y «tanto por respeto democrático como por lo positivo proyección de nuestra tierra, tendremos que mostrar respeto ”. «Si bien la denuncia es perfectamente legítima, es más engañoso justificar el insulto y la descalificación que presenciamos en la reciente visita del Primer Ministro, comportamiento a excluir porque no son parte de la idiosincrasia de nuestro pueblo, de su reconocida hospitalidad», agregó. destacaron. De ahí que se le pidiera al establecimiento municipal el respeto que «constituye un detalle básico de la convivencia democrática y un ejercicio culpable de la libertad».