Sánchez se verá con Torra en Barcelona y espera tener Presupuestos en verano

Pedro Sánchez ya tiene fecha y lugar para la entrevista con Quim Torra, que abrirá paso a la mesa de gobiernos pactada con ERC para desbloquear la investidura: será en la primera semana de febrero y en Barcelona, todo un gesto. Como hizo en diciembre, cuando llamó a Torra pero también a los demás presidentes autonómicos, Sánchez envolverá esta decisión para evitar polémicas: visitará uno a uno a los jefes de todos los Ejecutivos regionales, en una ronda inédita. En una entrevista en TVE, aseguró además que espera tener Presupuestos en verano.

El arranque de la entrevista de este lunes en TVE, la primera desde la investidura, no podía ser más elocuente. Una a una pasaban las imágenes de intervenciones anteriores, en las que el presidente decía que no hablaría con Torra, que el gran problema para un Gobierno de coalición era la presencia de Pablo Iglesias o que resultaba inviable tener a Unidas Podemos en La Moncloa por su posición sobre Cataluña. Con mirada impertérrita, Sánchez aguantó el tipo y explicó por qué ha dado un giro de 180 grados en muchos de sus postulados, incluida la posición sobre la crisis catalana. “En política la realidad está por delante de los deseos. Y la realidad la fijan los ciudadanos. Ellos hablaron en las elecciones, y dijeron que querían una coalición progresista. Así lo entendí y lo acepté, ojalá otros lo hicieran y no bloquearan”, dijo en referencia al PP, al que atacó en varias ocasiones a lo largo de la entrevista por su posición dura y por entregarse, en su opinión, a la extrema derecha. Sánchez aprovechó además para confirmar que hoy el Consejo de Ministros subirá un 2% el salario a los funcionarios.

El giro más claro es en la crisis catalana. Sánchez aseguró que ahora sí puede verse con el president —en campaña rechazó incluso contestarle al teléfono— porque la situación está más calmada y Torra lo exige como paso previo antes de empezar la mesa de gobiernos. Esa mesa se va a retrasar y no se convocará en dos semanas, como se había pactado con Esquerra. “Hemos acordado con ERC una comisión bilateral entre gobiernos que es perfectamente constitucional para resolver esta crisis política. Somos conscientes de que existen hondas diferencias: ellos defienden la autodeterminación, nosotros el autogobierno. Queremos votar un acuerdo, no un desacuerdo, como sucede en un referéndum”, insistió para justificar la posibilidad de que los hipotéticos pactos de esa mesa se sometan a consulta de los catalanes.

“Quiero ir al encuentro de todos los presidentes autonómicos. Seré yo esta vez quien vaya a las sedes de los gobiernos. Esta legislatura tiene que ser la del consenso”, aseguró. Nunca un jefe de Gobierno recorrió así todas las comunidades. Además, prometió una conferencia de presidentes anual.

Sánchez mostró en todo momento sintonía con Iglesias, el vicepresidente segundo, y aseguró que el Gobierno “respalda” las palabras del líder de Unidas Podemos, que dijo que habían supuesto una “humillación” para la justicia española algunas decisiones de los jueces europeos sobre el procés. Aun así, pidió al independentismo que “haga autocrítica de lo que ha pasado desde 2006, porque como ha dicho Trapero [Josep Lluís, exjefe de los Mossos] la unilateralidad fue una irresponsabilidad”. Reprochó al PP que la crisis catalana le haya llegado a este Gobierno “heredada por la inacción” de Mariano Rajoy y se quejó de que, a pesar de eso, no haya tenido ninguna ayuda de los populares. Sánchez insistió en sacar la crisis de los tribunales, aunque aseguró que siempre cumplirá y hará cumplir la ley. “No podemos situarnos los políticos detrás del Tribunal Supremo. Ha habido una dejación de funciones, un fracaso de la política”, remató. El presidente dejó en el aire la posibilidad de una reforma legal para cambiar los delitos de rebelión y sedición. “No tenemos delitos homologables con otros países europeos. Pero eso corresponde al Parlamento”.

También defendió de nuevo el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general del Estado por su currículum “impecable” y garantizó que será autónoma y respetará la autonomía de los fiscales. Sánchez se quejó mucho de la oposición del PP: “Cuando gobierna el PSOE, siempre hay bronca, crispación. La derecha tiene un problema y es que no asume el resultado electoral. Llevan mal perder, ha pasado estos 40 años de democracia”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *