Ciudad de México, 15 jul (EFE). – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó este lunes su esperanza de que «nunca más volveremos a tolerar» atrocidades como el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio en 1994, el máximo grave en la historia. el país desde 1928, cuando fue asesinado el presidente electo Álvaro Obregón.
Así lo expresó en su conferencia diaria, aún con el impacto del ataque sufrido por el expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) el pasado sábado en un mitin en Butler, Pensilvania.
El presunto candidato republicano a la Casa Blanca resultó herido en un oído en un tiroteo en el que murieron otras dos personas, un miembro del público y el agresor, un hombre de 20 años, asesinado por las fuerzas de seguridad.
«Esta es una investigación (del caso Colosio) que puede ayudar, independientemente del castigo a los líderes intelectuales, especialmente con el mensaje de no repetición», dijo López Obrador.
Para que “nunca más” se produzcan o toleren “atrocidades e infamias” como el asesinato del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y “aunque sean crímenes de Estado”.
El 23 de marzo de 1994, Colosio disparó dos veces después de un mitin en la comunidad Lomas Taurinas de Tijuana, en el estado fronterizo de Baja California.
Aunque todavía no ha dirigido el gobierno federal, esto es un asesinato porque los candidatos del PRI ganaron las elecciones prácticamente automáticamente hasta el año 2000.
Tres décadas después, la investigación de Colosio sigue marcando la política mexicana así como el debate dentro del sistema judicial.
En 2023, un tribunal argumentó que los jueces no habían juzgado al asesino confeso, Mario Aburto, no según el código penal federal, sino según el del estado de Baja California.
Esto supondría una reducción de hasta diez años de su condena de 40 años, lo que supondría su salida inmediata de prisión.
Sin embargo, la Fiscalía General de la República (FGR) apeló la resolución y López Obrador se negó a indultar a Aburto, pese a los reiterados pedidos de Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del excandidato y alcalde legal de la norteña localidad de Monterrey.
A este juicio se suma la teoría de que un tirador de segundo es el verdadero asesino de Colosio y, en enero pasado, la FGR indicó que ese personaje era un agente de inteligencia del gobierno priista de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
«Creo que sería mucho si el poder judicial atendiera el recurso de apelación realizado a través de la FGR relacionado con la orden de aprehensión contra el segundo tirador», dijo López Obrador.
El mandatario recordó la presunta relación entre el exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, y el asesinato de Colosio, ahora preso en Estados Unidos por corrupción y narcotráfico, postura que la FGR apoyó en enero.
También descartó que pretenda atribuirse al asunto un «mérito político» de cara a las elecciones del 2 de junio, ganadas por el oficialista partido Claudia Sheinbaum con el 59,75% de los votos.
Sin embargo, al ser consultado sobre la solución definitiva del caso después de treinta años de vaivenes, López Obrador recordó que caería en manos de Sheinbaum, quien asumirá como la primera mujer presidenta de México el próximo 1 de octubre.
«Creo que corresponderá a la próxima dirección dejar lo que pasó fuera de toda sospecha, explicar lo que pasó», afirmó. EFE
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