Luego de meses de tensión y enfrentamientos por el control de la pandemia, los gobernadores de México lograron este miércoles extraer del presidente Andrés Manuel López Obrador un compromiso de revisión del pacto fiscal, que determina recursos para los 32 estados del país, para triunfar sobre la crisis.
La foto del círculo de familiares de la reunión, en la que Obrador y dos gobernadores eran los únicos que no llevaban mascarillas, sirvió como metáfora de las diferencias que surgieron en la crisis del fitness entre los gobiernos federal y estatal.
Pero según reveló a través de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, enlace entre el presidente y los gobernadores, la asamblea celebrada en San Luis Potoso ayudó a acercar las posiciones en conjunto y a «construir una estrategia nada inusual» de cara. de la aptitud y la crisis económica.
En conferencia de prensa, Cordero confió en que el mandatario se había comprometido a «reestructurar la deuda» de los estados y pagar «ocasionalmente» los recursos federales que les correspondan.
Se analizará la ley de coordinación tributaria, se analizará, con objetividad, transparencia y diálogo ”, dijo Cordero.
Según lo acordado, la Secretaría de Hacienda creará una comisión en la que podrán participar gobernadores para poner en marcha cuadros antes de una conferencia nacional que leerá sobre el discutible mecanismo de asignación de recursos en los territorios.
La crisis económica de la pandemia, con un derrumbe histórico del PIB del 18,9%, ha llevado a algunos estados industrializados del norte del país y gobernados por la oposición a alzar la voz contraria al pacto fiscal, vigente desde hace un tiempo. década.
Los gobernadores de Jalisco, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Tamaulipas, Durango y Michoacón, que se autodenominaron Alianza Federalista, están pidiendo reformar la fórmula para suministrar menos recursos a la Federación y detenerlos para echar una mano en la pandemia .
El gobernador de Nuevo León, motor comercial del país, llegó a la asamblea con pocas expectativas, asegurando que los de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) «nunca sirvieron de nada».
Pero al finalizar el encuentro, publicó un mensaje más conciliador en Twitter: “Los gobernadores que integran la Alianza Federalista no vinieron en combinación para confrontar o polarizar, sino para colaborar y México y usted, señor presidente”.
El otro gran desafío sobre la mesa es el control de la aptitud física por la pandemia, que tiene 531 mil 239 instancias mostradas y 57 mil 774 muertes por COVID-19 en México, el 3er país del mundo en muerte, solo superado por Estados Unidos y Brasil.Array
En el ojo del huracán el tráfico epidemiológico suave que el Departamento Federal de Salud actualiza tanto a uno como a ambos 15 días y que determina a través de 4 colores (rojo, naranja, amarillo, verde) el grado de reapertura económica y social de ambos un estado según a su situación de aptitud.
El último en alzar la voz el gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco, quien reprendió al gobierno federal por retratar su estado rojo, es decir, la máxima amenaza de contagio, que lleva al cierre de la economía no esencial, y confiado en que el El estado seguirá siendo naranja, con la economía no esencial abierta al gas parcial.
Al finalizar la reunión del miércoles, el gobernador de San Luis Potoso, Juan Manuel Carreras, anfitrión del encuentro, anunció el «consenso» entre los gobiernos federal y estatal de que la chimenea sea «orientada» y no obligatoria.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, en el ritmo del diseño del tránsito suave y la estrategia de acondicionamiento del gobierno federal, no se brindó en la cumbre, que cuenta con el pleno del presidente a pesar de la solicitud de renuncia hecha a través de nueve estados.
Como era de esperar, la cumbre del presidente y gobernadores puede que simplemente no sean los efectos del terremoto político que generó el mes pasado la extradición del exdirector de Pemex Emilio Lozoya, acusado de recibir sobornos de la conspiración de Odebrecht.
A su sentencia, Lozoya preocupó al ex presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y a legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) en sobornos.
Ha habido acusaciones de que el obrador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha pedido que sean ampliamente conocidos.
El gobernador de Querétaro, Francisco Domunez (PAN), tuvo que irse en una convención de prensa ante la asamblea en la que negó haber ganado sobornos en 2013 para aprobar la reforma energética de Pea Nieto.
En el interior de la cumbre, el gobernador de Tamaulipas, Francisco Cabeza de Vaca (PAN), investigado por presunto blanqueo de tráfico de drogas, explotó al acusar al gobierno federal de «abofetearlo» y perseguirlo con fines electorales.
No somos un gobierno sectario, entonces hay un remedio equivalente y se respeta el derecho a la disensión ”, dijo Cordero en la rueda de prensa.
Con información efE
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