Culturas, negocios, animales y sueños: las fuertes palabras de los demás habitantes de Izabal que lo perdieron todo por las inundaciones de Iota

Aunque Iota se ha disipado y la lluvia se ha detenido en lo máximo del país, las consecuencias y pérdidas son el nuevo nivel experimentado por la población de Levingston y Morales, Izabal, quienes, en medio de la impotencia, ven el agua destrozada o rota sus esfuerzos. durante años.

Iota dejó su huella en Centroamérica, donde entró como huracán de categoría cinco, pero a su paso fue un tifón y luego una depresión tropical, pero las consecuencias aún se sienten en muchos pueblos.

Guatemala no es una excepción, ya que muchas historias resurgen entre espacios inundados y viviendas destruidas.

Una de las historias es la de Nilda López, quien vive en Río Dulce, Lavingston, quien contó haber visto inundaciones en el lugar, en su vida nada como los efectos que dejaron por Iota.

Las casas de algunos de sus familiares se inundaron, ya que el río Dulce tiene un punto de paso más alto porque algunos ríos están fluyendo y tienen un grado más alto debido a las lluvias.

Nilda, de 35 años, dijo que la comunidad de El Relleno está inundada y nunca se había dado cuenta de eso.

Trabaja en un comedor que está inundado y no tiene fuente de ingresos por el momento. Agrega que el escenario es difícil, ya que todos los negocios del sector están cerrados y no se puede comprar ni viajar.

Hizo un llamado a la solidaridad con los afectados porque les preocupan las enfermedades causadas por la acumulación de agua.

Al relatar su situación, agrega que la lluvia ha comenzado allá en Livingston, y luego pide que el entorno sea para no sufrir las consecuencias.

Celia León, primera concejala y miembro del Centro de Operaciones de Emergencia, algunas otras de las otras personas que contaron sobre el escenario que están viviendo.

Dijo que varias comunidades se ven afectadas, por lo que se han conformado comisiones y brigadas para brindar asistencia. Una de las aldeas es Sumach, donde la crecida del río ha roto las casas y la mayor parte del círculo de familiares ha perdido sus bienes, entre ellos. animales.

Explicó que el punto de agua sube y baja, dependiendo del comportamiento del río; mientras esto sucede, otras personas se mueven entre el polvo que ha entrado en sus hogares.

Dijo que otras personas quieren un soporte de sábanas para empezar de nuevo. Además, hay pérdidas de cosechas y pesca.

César Antonio Méndez Catalon, presidente de la Asociación Río Dulce Lancheros, dijo que la lluvia ha cesado, los ríos que desembocan en el dominio provocan inundaciones.

«Ha habido inundaciones de esta magnitud», dijo.

Expresó que el escenario era complicado porque el turismo nacional estaba regresando al país debido a la reapertura en medio de la pandemia Covid-19, pero Iota llegó aquí a sus expectativas.

Unos 80 barqueros están asignados a su trabajo; sin embargo, algunos prestan sus botes para rescatar a los atrapados en las comunidades.

En una situación similar vive Elio de los Santos, quien ha vivido en Río Dulce durante cuarenta y cinco años y también señaló que nunca había experimentado nada similar, porque a pesar de que su espacio está en una parte superior, el agua se inundó. él.

Dijo que había tenido tiempo de sacar algunas de sus cosas, y luego el punto de agua para subir.

Daniel Pinto Peña, alcalde de Lívingston, informó que el punto de agua continúa mientras el Polochic fluye hacia el área de El Estor.

El funcionario indicó que la economía de los pescadores se ve afectada y la de tales como restaurantes. Hay seos hostels activados.

Hay 1. 592 familias afectadas a través de Iota. 13 aldeas se ven afectadas en la cabecera municipal, donde se han visto afectadas 717 familias, mientras que 15 aldeas de la Frontera Río Dulce también están inundadas, en esas localidades están afectadas 875 familias.

Videos cortesía de Bryan Orellana

Recordó que la tormenta tropical Eta causó tanto daño como Iota.

Luis Bran es uno de los ciudadanos afectados por las inundaciones en Morales, Izabal, donde dice que sigue lloviendo y nunca se había dado cuenta.

Perdió sus muebles y otras pertenencias no públicas, algunas en sillas o mesas debido a daños por agua.

Señaló que el jolgorio con Eta les ayudó a proteger sus activos del pasaje de Iota.

Merling Hichos vive en el barrio Nuevo, Morales, donde también está inundado e indicó que la diferencia en el efecto de la izquierda por Eta e Iota es visible, porque en este último las consecuencias fueron peores.

Dijo que al paso de Eta, guardaron sus pertenencias, pero con Iota perdieron camas y electrodomésticos.

Dijo que algunas casas habían perdido sus techos y habían sido golpeadas por automóviles que arrastraban agua.

Está espaciada en un espacio donde le dieron cobijo, pero el agua ya cubrió el primer piso, y agregó que les costó desmayarse a buscar comida porque no habían ganado ninguna ayuda.

Hizo un llamado a otras personas que viven en espacios vulnerables a tener en cuenta las precauciones del gobierno en esas emergencias.

 

 

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