El primer acto institucional netamente económico de Pedro Sánchez desde su toma de posesión ha sido la inauguración del X Foro de Liderazgo Turístico, organizado por Exceltur, un lobby que agrupa a una treintena de las mayores empresas turísticas del país, y que se celebra este martes en Madrid en vísperas del arranque de la Feria de Turismo (Fitur).
Allí Sánchez se ha encontrado el agradecimiento de los gigantes del sector por su compromiso por el sector, por su esfuerzo al acudir al evento antes de un Consejo de Ministros y de viajar al Foro de Davos y por su “acierto” por renovar en el cargo de ministra del ramo a Reyes Maroto. Pero también se ha topado con advertencias y quejas por parte del sector.
“No se trata de que como patronos discrepemos del objetivo de lograr los mayores avances que sean posibles en materia social y laboral. Creo que, con las notables subidas de los salarios firmamdas en nuestros convenios del sector estos últimos años, hemos demostrado precisamente lo contrario”, ha indicado el máximo ejecutivo de Meliá. “Se trata de que cualquier avance social sea factible y sostenible, y que no incida negativamente en el empleo en un momento de desaceleración de la economía en general y del turismo en particular”.
El presidente del Gobierno ha contrapuesto la necesidad de defender el «empleo digno en el marco del diálogo social». Una apuesta por las condiciones laborales decentes que permitirá, según Sánchez, «fortalecer uno de los principales talones de Aquiles, la baja productividad de nuestra economía». En la misma línea, el presidente del Ejecutivo destacó que su intención es reforzar la lucha contra la generalización del fraude laboral o fiscal.
“El empleo digno que se rompió como consecuencia de la crisis y de algunas medidas del anterior Gobierno debe ser recuperado y fortalecido. Vincular estabilidad y derechos sociales es justo y necesario para mejorar la baja productividad», ha sostenido el presidente del Gobierno, que ha subrayado que “no podemos cerrar los ojos ante los problemas de las camareras de piso de los hoteles” (las conocidas como kellys) ni ante el fraude laboral y fiscal.