PARÍS (AP) – Periodistas y activistas de derechos humanos protagonizaron protestas el sábado en París y otras ciudades francesas opuestas a una propuesta que prohibiría la toma de fotografías o videos policiales.
Los activistas denunciaron la medida como una violación a la libertad de prensa y expresión, mientras que el gobierno insiste en que busca agentes de amenazas de violencia solo cuando se publican imágenes en Internet.
Las protestas del sábado fueron convocadas a través de Reporteros sin Fronteras, Amnistía Internacional, la Liga por los Derechos Humanos y asociaciones de periodistas y civiles en Francia.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Defensor del Pueblo francés para los Derechos Humanos expresaron su temor de que la manifestación violara derechos.
En París, miles de manifestantes se acumularon en la plaza Trocadero cerca de la Torre Eiffel gritando «¡Libertad!¡Libertad!»» ¡Todos necesitamos filmar a los policías!»
«No estamos aquí solo para proteger nuestra profesión, o la libertad de prensa o los derechos de los periodistas, sino para proteger todos los derechos básicos, los derechos de todos», dijo Edwy Plenel, cofundador de Mediapart de investigación.
Algunos miembros de la moción de protesta «tarjeta amarilla» se unieron a la manifestación.
La policía utilizó cañones de agua para dispersar a los alborotadores que protagonizaron una reyerta en medio de la manifestación. Otras veintitrés personas fueron arrestadas y un oficial de policía sufrió heridas leves, dijo la policía.
En reacción a las críticas, el primer ministro Jean Castex anunció el jueves una enmienda al texto para explicar que «no obstaculizará la libertad de información» y solo transmitirá fotografías con una «clara intención» de poner en peligro a un policía.
Emmanuel Poupard, secretario general del Sindicato Nacional de Periodistas, dijo que en su opinión, la nueva enmienda «sí reemplaza todo».
La propuesta «tiene un objetivo: mantener la impunidad policial y aumentar la brutalidad policial», dijo Poupard.
Quienes infrinjan la regla pueden ser condenados a un año y pagar una multa de 45. 000 euros (53. 000 dólares).
La propuesta cuenta con el apoyo de legisladores del partido del presidente Emmanuel Macron, que tiene mayoría en el parlamento, y la votación está programada para el martes. De ahí tiene que pasar al Senado.