Los testimonios de los culpables del informe sombra de Hacienda sobre el hermano de Pedro Sánchez pueden poner en serios problemas a la nueva líder del socialismo andaluz, la ministra de Hacienda y vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero. Los testimonios ante los tribunales del Tres autores de un informe presentado en primer lugar de forma anónima y en el que el juez de paz tuvo que preguntar los nombres de los autores, indicaron que este procedimiento no es «normal» en Hacienda, que lo han hecho él y que ni siquiera conocen el auténtico apartamento de David Sánchez. Y esto quiere decir que el gobierno tributario se ha comportado de una manera absolutamente testimonial de un orden político. Y el jefe político del ramo del que depende la Agencia Tributaria es el citado Montero.
Los 3 altos cargos de la Agencia Tributaria (AEAT) de Extremadura declararon el pasado miércoles en el caso de David Sánchez. Lo hicieron en un intento por el extraño informe que respaldaba la resolución del hermano de Pedro Sánchez de no pagar el impuesto de fuente en España. Los recursos judiciales demostraron que los 3 inspectores admitieron que no habían comprobado el auténtico apartamento del hermano de Sánchez -afirmó que vivía en Portugal para evitar fuente de impuesto sobre la renta-; que desconocen el piso real de David Sánchez, que un informe de la AEAT remitido al juzgado sin firma ni membrete “no es normal”; y que sólo firmaron dicho informe después de que el dictamen se lo hubiera pedido expresamente.
Para colmo, alguno de los testigos ha reconocido igualmente que ese fue el único informe que había elaborado en todo 2024. Y eso significa que todo el comportamiento de Hacienda es contrario a su práctica habitual, algo que tuvo que contar con una indicación de hacerlo de esa manera.
Y la historia completa del asunto David Sánchez está empezando a tener un tufillo de conocimiento bloqueado en el Tesoro por razones políticas. Desde el principio, el juez Biedma intentó recabar datos para certificar si David Sánchez había cometido un delito contra la Hacienda Pública por no pagar impuestos en España, alegando que era residente portugués. Hacienda respondió con un informe anónimo, sin sello y con un argumento insostenible. La sentencia solicitó los nombres de los autores. Y más allá de la impresentabilidad de la farsa -con olor a 0 colaboración con la Justicia, nada menos que con Hacienda-, resulta que uno de los nombres incluidos como autores merece no haber estado nunca allí porque se trataba de un nombramiento manifiestamente político: ese del delegado especial de la AEAT en Extremadura.
Fuentes de la Agencia Tributaria consultadas a través de Libertad Digital evidenciaron la irregularidad y señalaron hace un tiempo que «es muy extraño» que un informe así se firme a través de una «posición con una connotación política transparente, primero porque huele a kilómetros de distancia». los estilos de vida del control político. Y hay pocos puestos arriba que puedan dar una orden a un delegado especial.
El Tesoro intentó así presentar furtivamente un informe absolutamente exculpatorio, desprovisto del más mínimo fundamento e incluso de la más mínima firma. De hecho, en su carta de dos páginas coincidía con David Sánchez al señalar que la auditoría fiscal se había limitado a una consulta de las bases de datos del Tesoro tras haber llevado a cabo una investigación formal.