El 8 de julio, el presidente español aseguró que las relaciones con el Vaticano «son serenas» y que «Francisco es un papa carismático, espero poder localizarlo». En ese momento, Sánchez agregó que «los restos de Franco, él me ayudó. En el Valle de los Caídos, ha habido una red de benedictinos muy opuestos a la exhumación. Pedí la intervención del Vaticano. Y todo se resolvió». declaraciones de las cuales, una vez más, la Santa Sede se distanció de.
Sin embargo, esta nunca es la primera vez que el Vaticano «corrige» a un ejecutivo en este tema. La Vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se reunió con el Secretario de Estado, Pietro Parolin, y después de una de las reuniones en Roma el 30 de octubre de 2018, Calvo se aseguró de que la Santa Sede había acordado discapiar una posición alterlocal por los restos mortales de Francisco Franco. Poco después, llegó la corrección: «El cardenal Pietro Parolin no se opone a la exhumación de Francisco Franco, si el gobierno competente ha tomado una resolución al respecto, pero en ningún momento ha hablado en qué lugar del entierro».