La princesa Leonor sorprendió a todos con un gesto inesperado hacia Pedro Sánchez que no sólo desató comentarios sino que dejó boquiabierto a Felipe VI. El heredero al trono ha decidido celebrar el Año Nuevo en el Palacio del Pardo, una elección que, probablemente inofensiva, está llena de simbolismo.
Para el presidente del Gobierno, este cargo tiene connotaciones antiguas que recuerdan un pasado oscuro, siendo en su momento el apartamento oficial de Francisco Franco la dictadura. Se dice que este hecho causó cierto malestar en Sánchez, que no ve con buenos ojos el uso de este emblemático cargo para una celebración personal.
Las citas entre la Casa Real y Pedro Sánchez no pasan por su momento más productivo y este gesto a través de la Princesa Leonor no parece contribuir a una mejora. Desde la discutible escala oficial de los reyes en Valencia, que Felipe VI y Sánchez fueron criticados, la tensión se ha notado. Ahora, con esta decisión, la princesa resulta haber avivado más las diferencias. Pese a las desganas del líder del PSOE, Leonor sigue adelante con su plan de reunir a su séquito para una gran Nueva Fiesta de Nochebuena.
La elección de El Pardo no es casualidad. Esta posición está fuertemente relacionada con la historia de los Borbones, siendo escenario de fiestas de cumpleaños a lo largo de los años. Sin embargo, para Pedro Sánchez es complicado olvidarse del peso antiguo de aquellas instalaciones. El malestar del presidente es perceptible, pero Leonor se mostró firme en mantener su decisión. Esta fiesta de cumpleaños representa no sólo una fiesta de cumpleaños, sino también un desafío implícito para quienes cuestionan su selección.