La reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Casado, hoy a partir de las doce en el Palacio de la Moncloa, llega en un momento especialmente tenso en las relaciones de sus partidos. Este fin de semana, en vísperas de la cita, el líder socialista se dedicó a atacar a la derecha, a la que llamó «retrógrada», y cargó contra la política de oposición del Partido Popular, al que acusó de «crispar» a los españoles cada vez que pierde el poder y de instalarse en la radicalidad. Desde el PP, se lamentó que el presidente del Gobierno quemara todos los puentes con la oposición tras pactar con los independentistas y con los herederos de Batasuna. Fuentes populares señalaron que Casado instará a Sánchez a volver a la moderación y la centralidad si realmente tiene interés en buscar acuerdos con el PP.
El líder del PP acude a La Moncloa con una agenda de «problemas reales» de los españoles. En primer lugar figura la situación económica, que en Génova consideran alarmante porque, según los últimos datos, se ha reducido la creación de empleo hasta su ritmo más bajo desde la salida de la crisis. Casado también quiere hablar de los problemas de los agricultores y de la despoblación en la España rural, entre otros asuntos.
Lo que no ve urgente en absoluto, y menos en estas circunstancias de tensión política, es la renovación del Consejo General del Poder Judicial, pendiente desde finales de 2018. El PP sostiene que detrás de la urgencia que le ha entrado a Sánchez justo ahora, después de un año en el que no se ha movido este asunto, se esconde su interés en disponer cuanto antes de una mayoría «progresista» en puestos judiciales clave. Casado no se opone a la renovación, pero pedirá que se haga mediante un pacto general por la Justicia, que incluya su «despolitización». Justo en la semana en que se impulsará el nombramiento de la exministra Dolores Delgado como fiscal general del Estado parece bastante complicado que pueda avanzarse en un acuerdo así.
Por eso, las fuentes populares consultadas señalan que Casado no caerá en la «trampa» de centrar la reunión en la renovación del Poder Judicial. El presidente del PP quiere que se hable de otros muchos asuntos. Además de la economía, la situación en Cataluña, las cesiones a los separatistas y las relaciones de Sánchez con el inhabiltado Torra podrían ponerse sobre la mesa.
En el PP son conscientes de que con estas reuniones Sánchez puede estar buscando un beneficio propio, para mostrar una imagen más «moderada», o bien para intentar poner en evidencia la radicalidad y el bloqueo de los que acusa al Partido Popular. En Génova no esperan avances ni un acercamiento significativo. El entendimiento, hoy por hoy, parece imposible.
Los populares no olvidan el escaso, por no decir nulo, provecho obtenido de las anteriores reuniones con Sánchez. Casado ha llevado hasta once pactos de Estado a las citas con el líder socialista, sin ningún éxito. Incluso propuso un acuerdo sobre los Presupuestos Generales del Estado, para que el PSOE no tuviera que pactarlos con los separatistas. La respuesta fue el menosprecio.
La última vez que Sánchez y Casado se reunieron fue el pasado 16 de diciembre, después de la ronda de contactos del Rey en la que propuso al líder socialista como candidato a la Presidencia del Gobierno. En aquella reunión, que duró 45 minutos, el presidente del PP confirmó el «no» de su partido a la investidura de Sánchez. Casado ya mostró su disposición a llegar a acuerdos en asuntos de Estado a lo largo de la legislatura. Pero para eso, subrayan en Génova, es necesario un giro en la política de Sánchez, para que regrese a la «moderación».
Esta será la primera reunión desde que Sánchez obtuvo la confianza del Congreso de los Diputados, el pasado 7 de enero. Desde entonces no se había puesto en contacto con el jefe de la oposición, aunque sí tuvo tiempo de reunirse con el inhabilitado Torra.
Está previsto que el presidente del Partido Popular comparezca en el complejo de La Moncloa cuando acabe la reunión con Sánchez, según fuentes de su entorno.
Poder judicial
Está previsto que en la reunión con Casado Pedro Sánchez ponga sobre la mesa la renovación del Consejo General del Poder Judicial, en funciones desde diciembre de 2018.
Renovación de órganos
También está pendiente la renovación total o parcial de una decena de órganos institucionales cuyo mandato ha caducado o caducará en los próximo meses. Es el caso del Tribunal Constitucional, el Consejo de Administración de Radio Televisión Española, el Defensor del Pueblo o la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
El Pacto por la Justicia
El Partido Popular quiere impulsar un Pacto de Estado para «despolitizar» la Justicia, y Casado lo ofrecerá si Pedro Sánchez reclama una renovación de los órganos constitucionales.
Los demás pactos estatales
El líder del PP defiende otros acuerdos entre los grandes partidos constitucionalistas, como uno sobre la despoblación en España, otro sobre política exterior y de Defensa. Entre los pactos que defiende el Partido Popular se incluye el de Educación, aunque las acciones del PSOE contra la concertada complican aún más el consenso.
Catalunha
La situación en Cataluña y las cesiones del Gobierno de Sánchez a los independentistas ocupan buena parte de la agenda de oposición del Partido Popular. Casado ha reclamado al jefe del Ejecutivo que actúe contra Torra, un político «inhabilitado» por el Supremo.
El frenado de la económica
Casado quiere que el empleo y el frenazo económico sean la prioridad del Partido Popular. El mal dato del paro en el mes de enero, la situación en el campo, la reforma laboral y los Presupuestos están incluidos en la «carpeta» de oposición del líder del PP.
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