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La falta de habilidades digitales puede convertirse en una sombra en el mundo y hoy, más que nunca, en este nuevo escenario marcado por el coronavirus, el sistema educativo en general tiene que aprender a romper las barreras físicas del aula.

A día de hoy, existe un problema característico de las poblaciones globales y es que se atienden situaciones propias de una sociedad globalizada con una escuela del siglo XIX. «Somos docentes que estudiamos en su día una carrera en la que se trabajaban una serie de competencias y de habilidades propias de otra época, no de lo que estamos viviendo». Quien así lo explica es Almudena Castellanos, profesora de Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación en los grados de Educación Infantil y Primaria de la UNIR.

La urgencia ahora es que el sector educativo se adapte «sin prisa pero sin pausa a los tiempos que corren y a lo que está por llegar», detalla. En ese reto, a su juicio, los profesores tienen que ser líderes y para ello «debemos fortalecer todo lo que son competencias y habilidades que son propias de la era digital», sobre todo porque hoy por hoy las posibilidades que ofrece la virtualidad son, en opinión de la también directora del máster universitario en Tecnología Educativa y Competencias Digitales, una esperanza para que la educación siga cumpliendo su misión, no se quede estancada y no se acrecienten las desigualdades.

En este contexto, si lo que se persigue es que la educación funcione y no vaya a distinto paso que la sociedad, el docente no tiene otra opción que fortalecer sus competencias. «¿A qué nos referimos? A que ahora mismo el profesor se tiene que ir preparando para tener una serie de habilidades que le permitan trabajar con la información y que sea capaz de saber dónde buscarla y localizarla. En definitiva, debe saber que existen comunidades ‘on line’ para el ámbito educativo donde se comparten recursos y se crean espacios para cada una de las etapas. Ejemplo de ello es Eduland, que dispone de muchos recursos indexados que se pueden aprovechar. Pero además de identificar y recuperar la información, detalla Almudena Castellanos, es preciso saber almacenarla y organizarla y para este fin existen herramientas como puede ser Symbaloo.

También es necesario desarrollar las habilidades que tienen que ver con la comunicación, es decir, «el profesor tiene que aprender a comunicarse en entornos digitales y a compartir recursos a través de Internet». Una transmisión posible con, por ejemplo, discos duros virtuales. En paralelo, tiene que aprender a conectar con otros a través de las herramientas digitales y participar en redes sociales. De hecho, Facebook ofrece muchas posibilidades al profesorado, pero también Twitter e Instagram. «El profesor tiene que aprender a comunicarse a través de estos sistemas. Es fundamental la elaboración de contenidos, que sea capaz de crearlos en formato imagen, vídeo, audio, multimedia».

Ante este panorama cabe preguntarse: ¿vale cualquiera? Para Castellanos la respuesta es sencilla: «Vale cualquiera que tenga vocación, que es lo primordial, que le ponga emoción a su actividad y que conozca su materia, porque si tienes vocación y conoces la temática que vas a impartir vas a saber muy bien qué tecnología funciona para aquello que vas a hacer».

El abanico de herramientas que pueden emplear es muy amplio. Así por ejemplo, van a necesitar plataformas para trabajar con el alumno en las que pueda colgar contenido no solo en formato texto. Entre las más utilizadas están Edmodo y Google Classroom. También serán necesarias plataformas unidireccionales para colgar información para el alumno, como Blogger o Google site.

¿Y para impartir docencia ‘on line’? Aquí entran en juego Skype, Zoom, Meet, Microsoft Teams o incluso Hangout. El objetivo es llegar al alumno por todas las vías posibles y «lo que conseguimos con todo esto es amoldarnos de alguna manera a la forma en la que cada alumno aprende porque cada uno tenemos una metacognición particular. Hay alumnos que aprenden mejor escuchando, otros leyendo, otros viendo y aquí les ofrecemos esa interactividad y esa manera de llegarles por diferentes vías».

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