Lo que en un mes y, a la vez, era algo impensable, una nueva Carta Magna, que sustituye a la aprobada en el año 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet en chile, que está haciendo su camino a través de los ritmos más rápidos en el país.
«Es el mejor camino, la mejor fórmula es la de trabajar sobre la base de un Congreso Constituyente, que cuenta con una amplia participación de los ciudadanos», por un lado, Gonzalo Blumel, el ministro del Interior, confirmó que a las doce de la noche del domingo, luego de una reunión de tres horas con el presidente del país. Con las horas, se verá que en el Congreso Constituyente, no tiene por qué ser lo que parece a simple vista. La oposición quiere que una comisión ad hoc, mientras que el Gobierno considera que, en el actual Parlamento puede desempeñar a la perfección el poder constituyente.
A pesar que la Constitución política ha sido sometido a varias enmiendas, y las enmiendas a los artículos en un plazo de 30 años, en la era democrática de la unión, la aprobación de una nueva Carta Magna para el país, es una gran demanda en la sociedad de un país devastado por espacio de casi un mes por la explosión de un impactante de La Evaluación. Piñera respondió dándole el mando militar de la seguridad y de la imposición del estado de sitio. El número de muertos fue de 21 muertos y más de 1.000 heridos y los 3.300 detenidos. La situación se ha normalizado en los últimos días, a pesar de los cientos de miles de chilenos que se encuentran en la calle.
Blumel, uno de los ministros más poderosos de la Piñera, se refirió a un proceso en el que recoge las demandas de los ciudadanos, a través de un proceso de debate a nivel nacional. «La Constitución es la ley más importante, que es la casa de todos, y tiene que ser ratificada por el público en general, para el organismo, en la casa que nos acoge durante los próximos años», dijo. «Vamos a iniciar un amplio diálogo con todos los sectores y grupos sociales, para llegar a acuerdos amplios», ha añadido.
La magnitud del cambio que en Chile se está viviendo es evidente que sin el apoyo de la primera dama Jacqueline van Rysselberghe, el jefe de la UDI, uno de los tres partidos de la coalición oficialista «Chile» nos Vamos».
«Es necesario generar una nueva Carta Magna que la protección de sus derechos», dijo Van Rysselberghe, y un representante de la derecha oficial. «Estamos absolutamente disponibles para modificar o hacer una nueva Constitución, sino que creemos que la oposición necesita un paso adelante y prepararse para la siguiente.»
A la izquierda, que gobernó entre los 24 a los 30 años de la era democrática en el actual, en el caso de Chile. Michelle Bachelet, el dos veces presidente, se ha presentado una propuesta para una nueva Constitución, en las postrimerías de su mandato de cinco años.
«A mí me Parece que es una sensación de realismo a ser parte de este proceso que ya ha comenzado. El Gobierno tiene que darse cuenta de lo que ha sido superado por las circunstancias y por el que ya se está avanzando», dijo el Sr. Felipe Harboe, el rival PPD.
En el proceso, y que, de hecho, ya se ha comenzado a nivel de la unión. A los chilenos de a pie, se vienen discutiendo en estas semanas, en las líneas generales de una nueva Constitución para el país, en las reuniones espontáneas en las calles y los parques, en los llamados «cabildos abiertos», en el que también están organizados por los alcaldes de varias ciudades del país.
«No hay momentos en los grandes escenarios, la gente quiere una respuesta rápida. Pero eso implica la existencia de un referéndum de ratificación del tratado», dijo a la cadena CNN Chile, el diputado oficialista Jorge Alessandri, quien mencionó que el proyecto de Bachelet, como una de las bases fundamentales de la nueva Constitución política del estado.
En el debate que se está desarrollando es el de la dimensión de la Asamblea Constituyente. El Gobierno quiere limitar el proceso, a que se debe, no se muy bien recibido por la oposición. «En Este Congreso, ya que es una elección, no hay necesidad de un referéndum para que designá de él. Pero tiene que ser discutido con los partidos de la oposición, para ver que es lo que ellos proponen», dijo Alessandri. «Lo que hay que hacer rápido, pero no lo suficientemente rápido como para hacer las cosas mal. Un año es un plazo de tiempo prudente.»
Sobre la base de los criterios establecidos en el Proyecto de Fideicomiso
La oposición, que se ha perdido en las últimas elecciones, me gustaría montar una reunión de la independencia, al estilo castrista o chavista. Increíble!!