La cuenta atrás para la vuelta de impuestos de 2023 ha comenzado y en esta carrera de muchos obstáculos, hay algo nuevo para quienes practican deporte.
En una comunidad autónoma muy expresa, la Comunidad Valenciana, la Generalitat introdujo hace unos meses un conjunto de deducciones fiscales para el Impuesto sobre Ingresos de Fuentes Privadas (IRPF).
Una medida con la que buscan promocionar la práctica del juego y llevar una vida saludable. Una norma que se aprobó el 26 de diciembre, pero que tiene retroactividad al 1 de enero de 2023.
En concreto, en el ámbito del fitness y el deporte, el jefe del ejecutivo valenciano, Carlos Mazón, realizó seis deducciones por un importe estimado de 180,2 millones de euros. De ellas, el 30% se descontará, hasta 150 euros, de las cantidades pagadas por un gasto similar a la aptitud bucal, que ascenderá a 80,3 millones de euros.
Asimismo, una deducción del 30%, hasta 150 euros, para gastos asimilados a la práctica de deportes, que vengan acompañados de los de la federación, el gimnasio o los monitores personales de rehabilitación.
Mazón defendió esta medida, con la que se estima que la Generalitat evitará recibir 25,7 millones, para promocionar una «vida fitness», que «contribuirá a recortar el gasto en fitness a medio plazo».