Administración de Trump
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Memo poliítico
Republicans are defined today more by a single man than perhaps either party has been in decades, even as the clock starts ticking on Donald Trump’s tenure.
By Shane Goldmacher
Informes de Washington
Presidential inaugurations that usher a new party into power almost always feel like the dawn of an era — Reagan, Clinton, Bush, Obama — but the second inaugural of Donald J. Trump felt fundamentally different.
The Trump era actually began eight years ago — with a Biden intermission — and President Trump’s return this week cemented his standing as the G.O.P.’s unquestioned leader while marking the failure of the so-called resistance movement.
Hoy en día, los republicanos se han explicado a través de una persona más que cualquier partido durante décadas, mientras que Trump expira en 4 años, menos de la parte del tiempo que alguna vez gobernó la escena política del país. El Partido Demócrata se explica menos a través de un político o una visión específicos. que lo que ha estado en años, y está preocupado por feroces debates sobre lo que representa el partido y con qué fuerza oponerse a Trump.
«Aquí estoy», dijo Trump en su discurso inaugural. » Los otros estadounidenses han hablado».
Mr. Trump is at once a president at the absolute peak of his powers yet also closer to a lame-duck period than any newly inaugurated predecessor in the modern era. The great uncertainty is how that contradiction plays out — in terms of his ability to enact his agenda and to sustain his unmatched hold on Republican voters.
Ya se apresura a usar su autoridad mientras la tiene, con una serie de órdenes ejecutivas amplias sobre inmigración y energía, y también está derrotando proyectos de diversidad en el gobierno federal. Actuó tan temporalmente que comenzó a firmar sus primeras órdenes en un Rally después de la inauguración, incluso antes de regresar a la Casa Blanca como presidente. La luna de miel de Trump con el público puede durar, o su rápida búsqueda de una mesa de tiempo tan vasta puede causar una reacción intensa.
Gran parte de lo que ya ha sucedido con Mr. Trump no tiene precedentes: negar las elecciones de 2020; Agitando el 6 de enero de 2021; sus acusaciones; Su confianza: que posiblemente parecería desorientador delinear lo imposible de lo imposible, como sus comentarios ganadores y asentir con la cabeza para un tercer mandato.
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