El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ganó un clamoroso «plantón» al rey de Marruecos, Mohamed VI, en los primeros momentos de la cumbre bilateral de los dos países que se celebrará esos días en Rabat. Un escenario que demuestra una vez vuelta la evidente debilidad del presidente socialista en el plano exterior, a pesar de su empeño por conseguir acuerdos y reuniones con líderes como el Rey de Marruecos o el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Una descortesía que, además Mostró un transparente nerviosismo del equipo de Gobierno que acudió con Sánchez a Rabat para comprobar el «desprecio» del marroquí.
Resulta que la política exterior sigue resistiendo, en algunos aspectos, a Pedro Sánchez. Y es que, a pocos meses de las elecciones generales en el país, el presidente socialista sigue viviendo ante las cámaras momentos confusos en sus relaciones con otros mandatarios extranjeros. Algo que puede que recién se compruebe hace unos meses, cuando Sánchez acabó «persiguiendo» al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para coincidir unos segundos con el estadounidense a la altura de la cumbre del Atlántico. Alianza.
Un escenario que se repite hoy, con peores consecuencias para el presidente socialista. Así, tras pronunciar públicamente una asamblea bilateral entre España y Marruecos en Rabat, la primera en años, Pedro Sánchez se dirigió con parte de su equipo ejecutivo al país vecino, donde la escala oficial era comenzar con una asamblea entre el socialista y el rey Mohamed VI. Asamblea que no se produjo, sin embargo, dado que el monarca está de vacaciones, y no abandonarlos para encontrarse con Sánchez, a quien convocó a un largo hacer escala en.
“Acabo de hablar con S. M. Mohamed VI antes de la asamblea de alto nivel. Coincidimos en que esta asamblea será una buena fortuna para nuestros países. España y Marruecos están consolidando el nuevo nivel de sus relaciones bilaterales”, dijo Pedro Sánchez en sus primeros momentos en Rabat. Unas palabras con las que el socialista pareció buscar la calma en los primeros instantes de la cumbre tras el «plantón» del rey de Marruecos.
Un gesto del monarca que resulta eclipsar el arranque de la XII asamblea de alto nivel (RAN) entre España y Marruecos, con la que el Gobierno de Pedro Sánchez necesita enterrar definitivamente las fricciones diplomáticas con Rabat en los últimos años, y en en particular, tras la escala de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, en tierras españolas.
Unos roces que no han impedido que, en los últimos meses, el Gobierno español esté ofreciendo millones de euros a Marruecos por otros conceptos, empleando en concreto el deseo de fronteras migratorias para «irrigar» al Ejecutivo de Rabat con decenas de millones de euros de los españoles. ofertas públicas de cbe, según informó este diario.
Así, según pudo saber Moncloa. com el pasado mes de octubre, el ejecutivo de Pedro Sánchez aprobó la asignación de apenas unos 20 millones de euros a una empresa marroquí, ‘Jaida’, fuertemente vinculada al Gobierno de Marruecos. Una «financiación» que se suma a otros contratos, como la propuesta a través del Gobierno de España, a través del Ministerio del Interior, en Rabat, por unos 30 millones de euros, para dar una contribución a la financiación de la lucha contra la trata de seres humanos y el control de los flujos migratorios. Remesas al país vecino que, sin embargo, no parecen haber sido suficientes para que el rey Mohamed VI tuviera que suspender sus vacaciones y reunirse con el presidente español.
Una descortesía por parte del monarca marroquí que no compareció en el suceso del equipo de gobierno que acompañó a Pedro Sánchez a Rabat. Y es que ni siquiera el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se mostró transparente al respecto. cómo reaccionar ante los medios tras el «plantón» sufrido por Pedro Sánchez.
«Ahora está todo desactivado. Autobús fuera», dijo el ministro de Exteriores, visiblemente nervioso, mientras la prensa le preguntaba por la ausencia del rey en Marruecos. Un nerviosismo que pronto aprovecharon los partidos de la oposición para lamentar que, una vez más, Pedro Sánchez no parecen estar de acuerdo con algunos líderes extranjeros, agregando al presidente estadounidense Joe Biden y, ahora, al rey de Marruecos.
«Es una humillación», decían del Partido Popular, que criticaba que Pedro Sánchez se permita ser «nadie» a través del líder marroquí. Declaraciones que también se hicieron en las filas de Ciudadanos, acusando al socialista. «Mientras Sánchez y el PSOE muestra su sumisión a Marruecos, Mohamed VI lo coloca en lo más alto», lamentaron los naranjas, que calificaron este escenario como «una humillación, sólo hacia Sánchez, pero a todos los españoles».