No disponer de zona de garaje no es un impedimento para conducir un coche eléctrico. La ampliación de las redes públicas de carga está haciendo cada vez menos complicado desplazarse sin un cargador personal. Pero los precios y la comodidad de cargar cuando estamos en casa son muy atractivo, y por eso algunos gobiernos tienen que inspirar la instalación de estaciones de carga en las calles.
El Reino Unido es el primero en lanzar un programa para ayudar a instalar estaciones de carga personales en el exterior de las plazas de aparcamiento clásicas. Un movimiento muy curioso que supone poder acceder a asistencia para instalar un cargador en el exterior de nuestra casa.
Las situaciones de la fórmula establecen que los interesados instalarán una estación de carga en un espacio personal, por ejemplo un aparcamiento comunitario abierto, y sólo necesitarán permiso del propietario del terreno o de la red de vecinos.
Si le dan luz verde, podrá solicitar una ayuda que cubrirá el 75% del coste del equipo, con un límite de 350 libras, o unos 409 euros al cambio.
Además, el programa no requiere que el visitante sea propietario de un automóvil eléctrico. Esto significa que los propietarios de casas de alquiler deberán instalar el cargador y hacer que la casa sea más atractiva para los posibles inquilinos con un automóvil eléctrico.
Con este programa, el gobierno del Reino Unido pretende hacer frente a una de las mayores situaciones exigentes del coche eléctrico: la sensación entre los consumidores de que no hay suficientes estaciones de carga. Una barrera que está cayendo.
También destacamos el efecto en cadena que puede provocar este tipo de instalaciones, más visual que las de un garaje interior. Algo que también promocionará la creencia de otros posibles interesados en un coche eléctrico.
Estas medidas no son revolucionarias, pero son un granito de arena más para ayudar a los usuarios a confiar en el coche eléctrico, que se espera que se comercialice en los próximos años.