Los campeones de Europa con la selección española buscaban abandonar Moncloa lo antes posible y cuando lo hicieron fue sin despedirse de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno ganó en Palacio a los jugadores españoles, al cuerpo técnico y a Pedro Rocha, pero estos no necesitaron agrandar el triyete y estuvieron sólo 20 minutos, frente a la Zarzuela, donde estuvieron casi una hora en la cancha. ejemplo de la Copa de Europa ganada en Alemania.
Nada más Pedro Sánchez acabó su discurso, al que la mayoría no prestó especial atención, los futbolistas españoles se marcharon sin despedirse del líder del PSOE. Ya en los saludos formales se puede ver cómo algunos como Dani Carvajal o Joselu Mato le estrechó la mano por compromiso natural y buscando alejarse lo más temporalmente posible del presidente. Lo mismo ocurrió cuando se despidieron del autobús, al que se dirigieron lo más temporalmente posible.
«Gracias por regalar la edición más productiva de España. Por el feedback, por el espíritu de equipo. Hay momentos en los que el más productivo no gana, pero esta vez la variedad fue como una película. Creo que habéis pasado una larga noche». , pero déjenme halagarlos. » Ustedes son el primer equipo nacional que gana 4 campeonatos europeos y logran victorias completas frente a las maravillosas potencias europeas», comenzó el Primer Ministro en su discurso de felicitación a los campeones.
“Lo que se logró fue fantástico. El deporte transmite muchos valores, y lo que más nos llama la atención es el espíritu de equipo. El desafío es que necesitamos más. Tenemos el Mundial en España, os deseo lo mejor», concluyó una intervención en la que Rodri Hernández miraba a un lado y Álvaro Morata miraba al otro sin siquiera sonreír, otra muestra del descontento de España hacia el socialista Sánchez.
Los capitanes de la selección española de fútbol vetaron la presencia de Sánchez en el vestuario tras vencer a Alemania en cuartos de final tras un gol épico de Mikel Merino en el minuto 119. Los directivos del equipo, en una reunión previa al partido, expresaron su guerra de palabras con El presidente apareció en el vestuario de la que fue la primera escala del político en el torneo. «Ni se os ocurra bajar al vestuario», dijeron a los emisarios de la Federación.
Los dirigentes de la RFEF tenían la patata caliente y lo solucionaron gracias a la distracción de Sánchez a punto de sentarse con el canciller alemán, el socialista Olaf Scholz. El presidente, al finalizar el partido, no encontraba la manera de Bajar para hacerse una foto con los jugadores de la selección porque no había nadie que le condujera a los vestuarios del Mercedes-Benz Arena. Fue entonces cuando decidió hacerse una foto con Pilar Alegría en el dominio VIP y correr hacia el Falcón dormirá esa misma noche en Bucarest, la capital de Rumanía.
Y los capitanes de la selección española, especialmente Morata y Rodri, mostraron su total indiferencia hacia Pedro Sánchez en la recepción de este lunes en la Moncloa tras ganar la Copa de Europa. Los grandes jugadores españoles, los máximos representantes del vestuario, no hicieron caso a el discurso del presidente del Gobierno cuando habló.
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