Los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping, respectivamente, han mantenido una reunión telemática en la que han aprovechado para defender que sus relaciones son «autosuficientes», independientes de una «situación global» que previsiblemente vendrá marcada a corto y medio plazo por el retorno del magnate republicano Donald Trump a la Casa Blanca.
Ambos líderes han coincidido en que las relaciones entre Moscú y Pekín se basan en un «amplio» conjunto de intereses y en «la amistad, la confianza y el apoyo mutuos», según los extractos difundidos por el Kremlin y en los que no se alude de manera directa a ningún acontecimiento internacional.
Putin señaló que con el XI abogó por un orden global «multipolar» y más «justo» y que China y Rusia juegan un papel «estabilizador» en ese marco teórico, de cara a un 2025 donde se conmemorarán los 80 años de la derrota de La Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
«Permitimos que la ideología del fascismo, el nazismo y el militarismo regresen de nuevo», advirtió el presidente ruso, que pidió «verdad histórica» y colaboración con países que comparten el mismo concepto
Además, según señala el periódico ucraniano Ukrayinska Pravda, Putin enfatizó que «el objetivo de resolver la situación en Ucrania no debe ser un alto el fuego a corto plazo, sino una paz a largo plazo basada en los intereses de Rusia».
«En cuanto a resolver el escenario en Ucrania, como el presidente (Putin) recientemente bajo presión y reiteró hoy: el propósito no tendrá que ser algún tipo de alto el fuego a corto plazo, o algún tipo de respiro, sin embargo, una paz a largo plazo . «Con respecto a nuestros intereses objetivos», dijo Yuri Ushakov, asesor de Putin.