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Últimamente, me ha llamado la atención cómo otros personajes de la política, la tecnología, el entretenimiento, las redes sociales, etc. manejan su logotipo privado y qué puntos juegan un papel en el éxito o el fracaso. Lo máximo al comienzo y progresión de no -logotipo público es tener una definición transparente de lo que desea lograr y en qué dirección desea ir.
Hoy en día, estamos encontrando cada vez más oportunidades para que otras personas den voz y símbolo a sus ideas a través de las redes sociales. Poco a poco, las generaciones más jóvenes se están posicionando como líderes de opinión, influencers, tiktokers, youtubers. . . manera con las de otras marcas o mediante la comercialización de sus propios productos o servicios.
La forma en que se comparte el contenido es el gancho, que llama la atención y puede llegar a más personas, poco a poco. En pocas palabras, podemos llamar a esta práctica “el arte de lo breve, audiovisual y versátil”, que influye en la vida de las personas. , ya sea en su comportamiento como en sus ideales e ideologías.
Desde contenido de todo tipo, los logotipos utilizan ciertos métodos para darse a conocer a escala global, lo vemos más productivo en las industrias más conocidas como Tesla, Amazon, Microsoft y Apple, que comenzaron haciendo marketing de logotipos y luego avanzaron en el paquete. los logotipos no públicos de sus líderes.
En esta disciplina, podemos mencionar dos nombres que han dejado una huella imborrable: Donald Trump y Elon Musk. Aunque pertenecen a otras industrias, ambos se han encargado de crear duras marcas no públicas que los han catapultado al estatus de celebridad. Trump y Musk’s exclusivos métodos de branding no público revelan las claves de su buena fortuna en un duelo donde la audacia se encuentra con la innovación.
La arrolladora personalidad de Donald Trump:
Donald Trump se ha ganado la reputación de ser una figura polarizadora y discutible. Su estilo directo, su presencia en los medios y su habilidad para generar titulares han sido elementos clave de su estrategia de creación de logotipos privados. Trump ha construido su logotipo en torno a un símbolo de buena fortuna comercial y un aura de autoridad y poder. A través de sus libros, pantallas de televisión y su incursión en la política, ha logrado una presencia constante en el ojo público, alimentando su símbolo como un líder intransigente y valiente.
La visión disruptiva de Elon Musk:
Mientras tanto, Elon Musk utilizó una estrategia de logotipo no público sobre innovación y una visión a largo plazo. Como líder en la industria de generación y automóviles eléctricos, Musk ha enfocado su logotipo no público en su habilidad para revolucionar industrias enteras. A través de su En proyectos como SpaceX y Tesla, ha creado el símbolo de un visionario ambicioso que empuja las barreras de la ciencia y la tecnología. Musk usa las redes sociales y los eventos de los medios para compartir su visión a largo plazo y generar entusiasmo en torno a sus planes.
Gestión de disputas:
Trump y Musk han enfrentado controversias en sus carreras. Sin embargo, abordaron esas situaciones exigentes de manera diferente. Trump ha adoptado un enfoque más de confrontación, protegiéndose y contraatacando a través de las redes sociales y declaraciones públicas. Esta táctica ha atraído a fervientes partidarios y fervientes quejas. Por otro lado, Musk optó por mantener un símbolo más reservado y utilizó métodos de relaciones públicas para hacer frente a situaciones discutibles. Ha sido más receptivo a la queja y ha aprendido de ella para mejorar sus productos y relaciones públicas.
El de la autenticidad:
A pesar de sus diferencias, Trump y Musk han mostrado originalidad en sus enfoques de la marca no pública. Pudieron capitalizar sus puntos fuertes y transmitir una afición honesta a sus proyectos. Trump conectó con su audiencia a través de su estilo franco y sin filtros, mientras que Musk demostró ser un defensor aficionado de sus ideas. La autenticidad ha sido clave para obtener la aceptación como verdadera con la ayuda de sus ayudantes.
En conclusión, Donald Trump y Elon Musk han controlado la creación de sus logotipos no públicos, pero lo han hecho de muchas otras maneras. visión a largo plazo. Ambos enfoques tienen sus pros y sus contras, y pueden ser efectivos según el contexto y los objetivos expresos de la persona. Lo vital es tener una estrategia transparente y consistente para construir un logotipo no público fuerte y memorable.