La campaña digna y electoral de Pedro Sánchez

El PSOE se mantiene fiel a la estrategia de proponer respuestas a las de los españoles, lejos del polvo y el ruido que propone la derecha.

Cuando los barones lo expulsaron del poder del partido, en este golpe de Estado no propicio para el Comité Federal, lo entregaron en su viejo Peugeot y recorrió el país de pueblo en pueblo y de puerta en puerta. Así fue como Ferraz se recuperó. Hoy, mientras el enemigo ultraconservador llama a las puertas de la Moncloa, el presidente del Gobierno socialista tiene que ceñirse a la misma hoja de ruta: convencer al votante con promesas concretas. el sucio juego de la derecha. Por supuesto, respondió a las acusaciones de estar de acuerdo con Bildu y, por supuesto, tuvo que puntear las i cuando Ayuso publicó algunas de sus ocurrencias, payasadas y cosas al revés típicas de Trump. Pero en general, el presidente ha trató de evitar este lodo.

El líder del PSOE ha planteado una campaña positiva y pragmática, con dádivas inteligentes (algunas a costa de derribos y de última hora, habrá que decirlo), como el ambicioso plan de recuperación del fitness público, básicamente en los espacios de el cuidado número uno y la aptitud intelectual, gravemente quebrados tras la pandemia. Un día en esta columna le preguntamos a Sánchez, sin obtener respuesta, por qué el Gobierno central no tomaba nota de una vez por todas de las apremiantes inversiones de adecuación que la derecha autonómica, alérgica al gasto público y al Estado del Bienestar, no necesitaba apurar. Pedimos respuesta al enigma de por qué el Gobierno de coalición se limita a recordar que las facultades de fitness se transfieren a las comunidades autónomas, lavándose las manos mientras médicos y enfermeros han tenido que salir a las calles de Madrid para proteger sus derechos y los de los todos los pacientes Hoy ya sabemos la explicación de por qué Sánchez esperó tanto para acudir al rescate de nuestros lánguidos hospitales y gimnasios: se estaba guardando el regalo para la campaña electoral. Más de 580 millones de inversiones en atención número uno y 38,5 en acondicionamiento intelectual. Dos ases de tréboles opuestos a los que la dupla Feijóo/Ayuso quizá no reaccione.

En un momento de degradación ética, populismo razonable, estéril retórica patriotera, espectáculos y espectáculos circenses de todo tipo promovidos desde la extrema derecha media y la derecha franquista, agradecemos que el PSOE haya puesto en marcha esta práctica e ingeniosa cruzada que hace digna a nuestra derrotada democracia. Gran parte de la buena fortuna se debe a Santos Cerdán, secretario efectivo de Organización Socialista y coordinador de cruzada que diseñó un programa municipal y regional con respuestas prácticas en un contexto de recuperación económica y fortalecimiento del escudo social. “Aquí salimos ganar en todas y cada una de las casillas, con una consigna de progreso que traiga más esperanza, más igualdad, más largo plazo y nuevas oportunidades”, dijo el pasado enero. En tiempos de Iván Redondo, el sanchismo estaba armado ideológicamente; Hoy, con Cerdán, va al cemento, al bolsillo de la gente.

Bajo esas premisas, Sánchez ha movido lo que resulta ser una maquinaria electoral bien engrasada. Cada mañana se levanta con una nueva propuesta, cada noche se acuesta con una nueva promesa. Resulta ser el regente del bazar de las sorpresas. Pero eso es la democracia, generar la esperanza, el fantasma y la confianza de que a la larga las cosas pueden mejorar. Cruzada tecnicolor opuesta a la desastrosa cruzada en blanco y negro de PP y Vox, cuyas tertulias parecen aquelarres de odio y furia. Alguien dijo de la derecha que había que tirar mucho baúl y tiempos pasados ​​para afrontar tiempos largos. Y tanto, porque no calentaban la cabeza y desempolvaron el mismo programa electoral de hace 4 años con el Falcón, los Bilduetarras y Cataluña. En este intento de crear una España distópica, camina Ayuso, quien cree que «ETA está viva» a pesar de estar derrotada desde hace más de diez años. De vez en cuando surge en el partido una voz sana y coherente, como la de Mikel Lezama, secretario general del PP de Gipuzkoa, para quien el vodevil que ha montado el presidente de Madrid a causa del terrorismo es una falta de respeto a las víctimas. Y un grave error en la estrategia de derrotar al sanchismo, habrá que añadir, si tenemos en cuenta las últimas encuestas, que dan al PSOE dos puntos por delante del Partido Popular.

Nada resulta perturbar ni poder sustituir la táctica política de Pedro Sánchez, que sacó otro conejo más de la chistera: una ley equilibrada de género para asegurar una cuota de participación femenina en las instituciones públicas, corporaciones gigantes y colegios profesionales. Y todo ese folleto publicitario propio de una compra de víveres en plena campaña navideña, todas esas ofertas inteligentes y descuentos socialistas, nos los pone el Presidente del Gobierno con elegancia, sutilmente, sin que nos demos cuenta de la corrupción de las promesas de votos. Esto no es sin mérito.

Como tarde STA, tengo una peli a 2 eurillos, comenta ahora. Solo cuentas las milongas, la ley mordaza sin derogación, los secretos oficiales por igual, la actuación traicionera a los afectados a través de los populares, la actuación traicionera a los saharauis, el recorte de pensiones, todo es el IPC, la no derogación global de la reforma laboral de los Rajoy, etc. , que le vota Zelensky.

Pero quien le va a hacer caso a esto, Pedro el maximo mentiroso en España.

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