«Esto no es para llamar ‘desagradable’ al presidente de México, para mí es una señal de orgullo que los que actúan de esta manera me digan ‘desagradable’, pero esto no es correcto», dijo López Obrador este lunes en su rueda de prensa. conferencia. Conferencia por la mañana.
El jefe de Estado mexicano respondió a la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso peruano, que debate un movimiento que propone rechazar las «declaraciones inaceptables» del presidente, quien la semana pasada calificó a Boluarte de «usurpador».
La petición señala que las declaraciones de López Obrador “constituyen una violación de derecho extranjero, entre otras consideraciones”.
Al respecto, el mandatario mexicano reiteró que considera que no es justo lo que hizo el Congreso peruano para destituir al presidente Pedro Castillo y encarcelarlo porque, aseguró, es ilegal.
“Si se hace una investigación del marco legal peruano, no lo respetaron, lo violaron, es una resolución arbitraria más la represión que desencadenaron, asesinaron a unas 70 personas más que protestaban”, dijo.
Dijo que no puede quedarse callado ante esta decisión, que calificó de «arbitraria» y acusó a la «clase dominante» y a la «oligarquía peruana» de apropiarse de los recursos herbolarios del país «en detrimento del sufrimiento del Perú».
Además, dijo que no es «correcto ni normal» para él que tras la destitución de Castillo, el embajador de Estados Unidos en Perú aprobara la decisión.
Sostuvo que el Congreso peruano tenía legalmente 700 efectivos estadounidenses armados para llegar a ese país, “a pedido de quien ostenta la presidencia (Dina Boluarte)”.
“700 infantes norteamericanos para ejercitar las fuerzas armadas peruanas y la policía peruana, no solo culpo a los que permiten esto, sino que llamo la atención del gobierno norteamericano porque mantiene una política injerencista, que no busca la hermandad entre los pueblos del continente americano», dijo.
Señaló que si dicen que es «desagradable, al menos que sepan por qué».
El lunes pasado, López Obrador calificó a Boluarte de «usurpador» y dijo que dejaría «la presidencia a quien ganara unas elecciones libres y democráticas, a Pedro Castillo», quien está en prisión desde el 7 de diciembre tras ser destituido por el Congreso peruano tras hacer un intentar un golpe de estado.
El presidente mexicano, que otorgó asilo político a la esposa e hijos de Castillo, dice que fue víctima de un golpe de estado «por la oligarquía» y que Boluarte, quien tomó el cargo por sucesión constitucional como vicepresidente, «se impuso» en el gobierno de Perú por lo que tiene «alrededor del 25% de aceptación».
Además, reafirmó que México le encomendará la presidencia de la Alianza del Pacífico “porque ella es legal y legítimamente presidenta del Perú”.
A fines de febrero, el gobierno peruano anunció el retiro definitivo de su embajador en México e indicó que las citas bilaterales se limitan a los líderes empresariales.
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