Aunque es un producto de uso diario, los mavens advierten que regularmente no lo usamos correctamente, lo que pone en riesgo nuestra forma física, ya que en exceso puede ser destructivo y lo consumimos sin saberlo. Aquí te contamos todo sobre la sal para que que puedas disfrutarlo como es debido.
La sal se utiliza como condimento y como conservante de carnes y pescados, e incluso de algunas verduras.
Es la única roca comestible a través del hombre y es uno de los condimentos más antiguos. Sobre esto, los historiadores señalan que la palabra salario estaría estrechamente relacionada con la sal.
De hecho, en la antigua Roma, los soldados de infantería ganaban una ración de sal como componente de su paga, conocida como «Salarium Argentum», de donde deriva la palabra «salario». También hay líneas de su uso con fines devotos y rituales.
Según su origen, la sal se puede dividir en otros tipos:
Se considera que la sal marina es una opción mucho más baja en sodio que la sal normal, pero la verdad es que las sales máximas contienen aproximadamente la misma cantidad de sodio: 40 %.
Pero, ¿cómo son diferentes? La diferencia entre esas sales y la explicación de por qué se señala que una es más saludable que la otra se debe a la cantidad que queremos salar. Si los cristales de sal son más pequeños, habrá más en una cuchara.
Mientras que una cucharadita de sal de mesa aporta unos 2. 300 mg de sodio, la sal marina 2. 000 mg y la sal del Himalaya 1. 700.
Si bien es posible que te preguntes, algunos estudios han demostrado que el deseo de consumir sal es casi equivalente a la adicción causada por la cocaína o los opiáceos, como la heroína.
Los expertos han señalado que esto se debe a que activa las mismas células nerviosas y conexiones cerebrales, lo que aumenta la sensación de emoción y recompensa.
El alto consumo de sal está relacionado con un mayor de:
Para evitar esos problemas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja reducir la ingesta de sal a 2 g consistentes al día (media cucharadita), se estima que la nutrición promedio supera con creces esta cantidad.
Pero si bien se han controlado las pizcas de sal que usamos para sazonar nuestros platos, los especialistas advierten que también incorporamos una cantidad significativa de sodio debido a los aditivos, saborizantes o conservantes que pasan a la elaboración de muchos alimentos. las concentraciones son:
Cocinar sin sal es un buen comienzo para reducir el consumo de sodio. Pero, como hemos señalado, esto no es suficiente. Siguiendo estos consejos, puede notar una diferencia y cuidar su salud:
Fuentes consultadas: American Heart Association, Natural Medicines Comprehensive Database, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. , Departamento de Agricultura de EE. UU. , Organización Mundial de la Salud.
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