La hípica de alta competición es un deporte sacrificado que precisa de talento, mucho trabajo, buenos caballos y dinero para afrontar la compra de éstos y los gastos de las competiciones. Los jinetes que llegan a la meta son los que se han sacrificado y han convertido la equitación en su modo de vida. Esteban Benítez es uno de ellos. Jinete andaluz que iba para matemático, lo dejó todo para instalarse en Alemania y pelear por llegar a unos Juegos Olímpicos. Su disciplina, la más dura, es el Concurso Completo de Equitación: Salto, Doma y Cross. España no ha conseguido clasificar equipo para París 2024, pero sí hay dos plazas individuales que ocuparán Esteban Benítez y Carlos Díaz.
¿Cómo te perfilas?
Soy persistente y soñador, pero realista. Además de entrenar, me paso el día soñando y creando conceptos para crecer y mejorar en mi juego y negocio. Soy muy ambicioso en este sentido, lo que me hace crecer mucho, pero A veces también me siento insatisfecho porque puedo hacerlo mejor, es complicado encontrar el equilibrio.
¿Qué hace un andaluz en Alemania?
Perseguir el sueño de la niñez. Sesde muy niño tenía claro que quería participar en unos Juegos Olímpicos y todas las decisiones de mi vida han sido siempre en esa dirección. En 2015 le comenté a una buena amiga, María Pinedo, que quería salir fuera de España para profesionalizarme y aprender, y ella me recomendó una cuadra en Alemania donde ella solía entrenar en verano, con el conocido Elmar Lesch.
Resuma sus ocho años de carrera. . .
De los ocho años, tres he sido empleado, lo cual era muy bonito, porque sólo tenía que hacer cuadra y montar. Estos últimos cinco años he tenido mi propio negocio, una cuadra con 18 caballos de competición y ¡vaya aventura! He aprendido que la vida se basa en ir de problema en problema sin rendirte, en el camino se tienen también muchos buenos momentos, los cuales hay que disfrutar al máximo antes de que llegue la siguiente dificultad. He pasado por rachas buenísimas y otras que prefiero ni recordar, pero en general muy contento con el progreso de mi equipo, «Cadiz Sport Horses», en cuanto a preparación de caballos para la alta competición y para la venta de caballos de Concurso Completo. Estamos despuntando en el país más competitivo del mundo y esto conlleva un gran trabajo de todo mi equipo al que una vez más quiero dar las gracias por su esfuerzo, dedicación y disciplina diaria para que todo funcione a la perfección.
Las uvas de hace un año recolectadas en París. ¿Qué deseo pediste?
Entré en la ley del encanto y fui a París a pedir el mismo deseo que he pedido toda mi vida, ya sea apagar las velas en mi cumpleaños, cruzarme con una estrella fugaz o al comenzar el nuevo año, No puedo decirlo, pero estoy dejando volar la imaginación de los lectores.
¿Cómo planeaste la clase?
Necesito hacer la pretemporada en Italia, porque en Alemania hasta abril sólo tenemos competiciones bajo techo. Necesito empezar la temporada absolutamente allí con la Copa de Naciones en Roma. En este momento tengo dos caballos clasificados para París, pero todavía Me gustaría poder clasificar un 3º también. . .
¿Cuáles han sido tus situaciones más grandes y exigentes que has enfrentado?
Don José Cañedo, dueño de la yegua «Utrera AA», ha sido mi mayor ayuda todos estos años, me ha tratado y guiado como un padre y nadie merece más que él estar en París. Ha hecho mucho por Completo Español durante la última década y en todo momento ha creído en mí, soy quien soy gracias a él. Por supuesto también la ayuda de mi familia, en todo momento conmigo tanto como se pueda imaginar y, por supuesto, la ayuda incondicional. de mi novia Valentina, que está en todo momento conmigo en las competiciones y me está ayudando en toda la organización de viajes largos. Él está en todo momento satisfecho y es capaz de ver el lado positivo de las cosas que nos suceden en cada uno de nosotros. y cada momento de tensión. La mayor dificultad en Alemania era el idioma.
¿Qué le dirías a un joven piloto que sueña con ser profesional?
Que venga a Alemania ya sea a «Cadiz Sport Horses» u otra cuadra de competición y comercio, pero se debe de salir de España y aprender. En mi equipo damos siempre oportunidades a quien realmente quiere profesionalizarse y montar.
¿Qué cambiaría de estos ocho años?
Nada, estoy contento por cuantas batallas hayan tenido que suceder para que yo hoy pueda decir que tengo más que nunca la posibilidad de alcanzar mi sueño, pero como siempre digo: aunque lo más complicado que es conseguir la plaza individual ya está hecho, aún queda mucho trabajo por delante. Estoy mental y físicamente preparado para dar el cien por cien esta temporada y poder representar dignamente a España en los Juegos Olímpicos de París junto a mi viejo amigo Carlos Díaz, que ha conseguido también la plaza a título individual con el caballo «Taraje CP» propiedad de Antonio Campos Peña.
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