Sánchez sondea directamente a Cs sobre su posición sobre una nueva y muy distinta alarma

Tras el gusto agridulce que dej? en el Gobierno la votación de la última prórroga del estado de alarma, que consiguieron salvar, pero desairando a oposición y socios parlamentarios, Sánchez todavía no está plenamente convencido de la necesidad de regresar al Congreso para pedir una nueva ampliación de plazo, algo que en principio solo contempla hacer si tiene de antemano atada la mayoría, y también en función de la evolución de los contagios en los próximos días.

Pero por si acaso, el presidente del Gobierno tiene encargadas a su vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y a la portavoz parlamentaria de su grupo, Adriana Lastra, las negociaciones con los grupos parlamentarios. Ambas han iniciado ya los contactos con sus interlocutores, sondeándolos para conocer su postura de cara a una nueva ampliación del estado de alarma que, garantizan, será distinto al de ahora, ya que, tal y como avanzó Sánchez la pasada semana, se abre la posibilidad de que deje de estar presente en los territorios que logren avanzar a la tercera fase del plan de desescalada.

Lo que sí parece claro es que para que salgan las cuentas en Moncloa requieren contar con el PNV, que un día después de haber arrancado la transferencia para el País Vasco y Navarra del ingreso mínimo vital, a través de Aitor Esteban emplazó a Sánchez a reconstruir el llamado bloque de la investidura.

El apoyo del PNV es necesario, pero no suficiente, por lo que el Gobierno necesita contar con el respaldo de Cs o al menos la abstención de ERC. El apoyo naranja no parece tan sencillo como las dos últimas veces, al estar exigiendo la dimisión de Marlaska. Sánchez contactó ayer por vía telefónica con Edmundo Bal, quien aseguró que hasta el momento el Gobierno va cumpliendo. Esquerra exige una fecha para reactivar la mesa de diálogo.

Ortuzar cree que derrotar en la final a la prórroga, y se admite que la ira, por el pacto con Bildu

El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha advertido al Gobierno de Pedro Sánchez que, si hay una nueva prórroga del estado a alarma, tendrá que ser la última, y pedirá respeto al ámbito competencial de cada comunidad autónoma. En concreto, ha apuntado que se debe abrir paso a que el Gobierno vasco «gestione el cien por cien de sus competencias ya en ese camino hacia la normalidad».

Tras admitir «el enfado» de su partido por el acuerdo de la reforma laboral del Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos con EH Bildu porque se «incumplió» el pacto de investidura suscrito con los jeltzales, ha afirmado que su forma de hacer política no consiste en «tirarse los trastos a la cabeza», como ocurrió ayer en el Congreso de los Diputados, sino llegar a pactos beneficiosos para Euskadi, como el del traspaso de la gestión a Euskadi y Navarra del Ingreso Mínimo Vital (IMV), «pese a las desavenencias».

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