Hoy en día, hace diez años a partir de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la Estatua de la generalitat de Cataluña y luego de una década que va a ser cumplida en la monumental de manifestación y de protesta, que tuvo lugar en Barcelona, y a partir de esa frase. Diez años después, la situación es la que es. El gobierno hace de los gestos, pero las concreciones de los pocos. Que el mensaje que se quiere transmitir a la sociedad catalana?
La política es dinámica y está claro que una de las prioridades de la sociedad como un todo, sino también de la sociedad catalana, que es la crisis económica. Si alguna de las lecciones que podemos sacar de la situación vivida en estos meses, es que si no nos unimos y compartimos, difícilmente vamos a ser sólidas y resistentes, lo suficiente como para hacer frente a los cambios que se aceleraron con el Covid-19. No creo que los esfuerzos del Gobierno para fortalecer a las comunidades autónomas que se pasan por alto. Con un fondo de 16 millones de dólares de su aprobación, de los cuales el 70% se destina a la salud y a la educación, que es un fondo en el que el conjunto de las comunidades, y también en españa, por supuesto, se benefician.
La cuestión de Cataluña, que va más allá de las fuentes económicas para hacer frente a los problemas actuales…
Es una crisis de la que no se resuelve en un mes, dos meses, un año, pero no en los dos. Pero tenemos que empezar a resolverlo. Queremos convocar a la comisión para el diálogo entre los dos gobiernos. Queremos que sea en julio, pero lo veo en un contexto difícil en Cataluña y, por lo tanto, una situación en la que claramente pre-electoral que se genera.
Y, ¿cuál es la solución a la que se ve en el conflicto?
En primer lugar, un cambio de actitud. Un diálogo necesario. Lo que este necesita, por lo que España necesita es, precisamente, más diálogo, más unidad, más coherente. Debemos ser lo suficientemente inteligentes como para ser conscientes de lo que estamos a punto de entrar en una crisis sin precedentes, en la cual se puede emerger más fuertes, y si somos capaces de entender los cambios. Con este punto de vista, tenemos que hacer frente a los problemas que, por desgracia, se han convertido en estructurales, debido a la falta de voluntad política, como lo es en este caso, la crisis política en Cataluña, lo que ha dado lugar a la convivencia. Está muy claro. Dicho esto, lo primero que hay que hacer es poner la mesa, y eso es, nada más y nada menos que el de la legalidad. El camino es el diálogo, y que el objetivo de la reunión. Y en esa reunión, en la que se dio cuenta. Debe ser llevado a cabo gracias a un acuerdo político en el que, lógicamente, habrá de ser aprobado por parte de la sociedad catalana, en una votación.
Perdonar a los políticos catalanes, de ser condenados, podría alentar a las reuniones. El gobierno está considerando la posibilidad de un indulto?
Se Trata de una cuestión que ha sido objeto de debate desde hace muchos meses, incluso antes de que la Corte Suprema de justicia emita su decisión. Me di cuenta de que en algunos de los principales actores y sectores que más la sed de venganza de lo que es un incentivo a la justicia. Y eso va en contra del espíritu de la Constitución y el espíritu de la legislación española. Lo que sí puedo decir es que en la política penitenciaria y las medidas que de forma gratuita se definen claramente en nuestra jurisdicción, y en la de los actores judiciales.
Durante el estado de alarma, hubo noticias de que los asocian a la figura del rey francisco a los movimientos económicos en los que no se encuentran en línea con la legalidad. ¿Hasta qué punto esta noticia que ha afectado y afecta a la estabilidad del Estado?
En primer lugar, creo que es oportuno dejar en claro que no existe la impunidad en nuestro país. Es muy negativo que los actores en el campo judicial, que quieran estar en un equipo de fiscales y a los jueces. Lo más importante es que hay que tener al pueblo a trabajar y a respetar su independencia. Lo que sí puedo decir es que mi relación con el Rey de españa Felipe VI y es muy cordial. El jefe de Estado ha entendido por completo el papel que juega la Familia Real que ha de desempeñar en la sociedad española del siglo XXI», es un rol basado en la transparencia, la copia y de la función pública.
Algunos de los sectores que acusan al gobierno de no defender a la monarquía, con la fuerza suficiente.
Hay sectores que, efectivamente, hay un compromiso de la izquierda con la de España). Ellos entienden que la monarquía es un símbolo de la unidad de España, y que tratan de arrogar y privatizar el Jefe de Estado, como lo han intentado privatizar la bandera de España. El compromiso de la izquierda con la de España es incuestionable. El compromiso del PSOE es incuestionable. Nos Podemos relacionar con la tradición de la izquierda, el Partido Comunista, con Santiago Carrillo, que abogaba por el establecimiento de la democracia en nuestro país. Y se fue a la monarquía parlamentaria. Unidos, es posible que, en gran parte, los que vienen de allí. La voz que viene de Blas Piñar. No es lo mismo. Hay una diferencia fundamental, y es el drama, que es lo que nos reservamos el derecho de estar de acuerdo con la Voz de su expulsión en el Partido de la revolución Socialista, de las instituciones, por lo que no es el caso de Alemania, que no es el caso de los Países Bajos, este no es el caso en Francia. Se convierte en lo político a los muertos, y hemos votado en contra de que el estado de alarma, y vamos a ir a Bruselas a decir que en España no hay democracia, y con la más absoluta falta de sentido de Estado. Estas son las consecuencias de la estrategia de material que está siendo perseguida por el Partido Popular (pp).
Las intervenciones repetidas, de Felipe González, que se adaptan? De lo que se piensa, cuando González ha dicho que el gobierno actual, como el refugio de los hermanos Marx?
El otro día me dijeron en el Congreso internacional sobre el legado de Felipe González, y el me dijo que era una herencia de la página. Él es el presidente, que dominó la España, y que nos ha llevado a la Unión Europea. Escucho a todos los ex-presidentes de la mayor atención, sin embargo, las condiciones políticas y sociales de nuestro país, es muy diferente de la de hace cuarenta años.