Pedro Sánchez acudió al Congreso el miércoles para dar la bienvenida al acuerdo alcanzado en el último Consejo Europeo en el que la UE liberará un total de 750,000 millones de euros entre transferencias y préstamos a la pandemia de coronavirus y encenderá la economía. Un acuerdo muy por debajo de las demandas iniciales del propio gobierno español, pero que Sánchez desea dar como un éxito.
En su discurso ante la Cámara, el socialista asumió un papel imprescindible en las negociaciones europeas, hasta el punto de subrayar que «la posición de España es decisiva».
«Llegamos al Consejo de julio con la convicción de que el fondo sería ambicioso. Mucho antes de este Consejo, España pidió un Plan Europeo del Corredor Marítimo», dijo.
En este sentido, Sánchez describió un escenario pesimista para destacar h adicional en Europa.
El Consejo, aseguró, «ha comenzado desde posiciones muy remotas. Yo mismo descubrí que había un margen de negociación demasiado estrecho. Las posiciones estaban muy lejos.
«Mabig Apple otros estadounidenses han renunciado a la cumbre, pero no tienes que renunciar a todo cuando hay tanto que ganar. Me senté a hablar con todos porque Europa y España tampoco pueden fallar», continuó.
Sánchez admitió que «no fue fácil» y, una vez más, se quejó de los días de negociaciones. Algo que repite en sus discursos. «Los cinco días de detención fueron arduos, pero fue acusado. Europa ha estado a la altura de la tarea», señaló.
El Primer Ministro revisó las medidas que dijo que estaban «alineadas» con el programa de los interlocutores social-comunistas.
Así, dijo que «lo que Europa está pidiendo es la España que tenemos, la única que nosotros al nacer la legislatura con un gobierno de coalición».