El «Plan C» de López Obrador está a punto de hacerse realidad. ¿Por qué el Congreso desvía la atención del futuro del país?

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(CNN Español) — Los resultados de las elecciones del 2 de junio en México, en gran parte a favor del partido gobernante, plantean la opción de desgastar el «Plan C» del presidente Andrés Manuel López Obrador, que consiste en asegurar una votación en el Congreso que haga avanzar la reformas constitucionales partidistas que, la legislatura existente, han sido bloqueadas por los partidos de oposición.

Aunque se espera que López Obrador entregue la banda presidencial a Claudia Sheinbaum el 1 de octubre, el fundador de Morena todavía tendría un mes para lograr un Congreso a su favor.

«Le voy a comunicar a Claudia (Sheinbaum), la virtual presidenta electa. Le voy a comunicar eso, porque estamos presentando los proyectos que están en el Congreso, para ver cuáles de esos proyectos podemos publicitar y conseguir que nos aprueben». «Tal vez como ya pasó un mes, inicien los procesos y luego el Congreso, que es libre, decidirán los diputados, los senadores», dijo López Obrador al día siguiente de las elecciones.

Entre las reformas más discutibles se encuentran una renovación básica de la fórmula judicial encaminada a recortar el número de ministros, a que los jueces sean elegidos por sufragio popular y a sus salarios, una reforma político-electoral, la desaparición de los órganos autónomos y una serie de medidas de austeridad. medidas en la administración.

La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, informó este lunes el cálculo que había hecho el gobierno federal sobre los efectos en la Cámara de Diputados: «Estamos hablando de 243 diputados por Morena; 48 por el Partido del Trabajo; y 74 por el Verde Ecologista». Partido de México. Se trata de una mayoría calificada, es decir de dos tercios. Como sabemos, la mayoría calificada lo que implica es la opción de reformas constitucionales. «

El artículo 54 de la Constitución establece que ningún partido podrá tener más de trescientos diputados (ya sea por mayoría relativa o por representación proporcional) de los 500 escaños de la Cámara de Diputados. El objetivo es que no haya sobrerrepresentación partidista.

Y, por otro lado, una sola fuerza política tiene un porcentaje de toda la Cámara que excede sus votos nacionales emitidos en un 8%. Si Morena, por ejemplo, obtiene el 41% de los votos, es posible que no tenga más de 245 de los votos. los 500 diputados.

Si Morena hubiera obtenido un número de votos aún mayor, el artículo 17 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe) plantea lo que sucedería: «Al partido político cuyo número de diputados por cualquiera de los principios exceda de 300, o su porcentaje de escaños en la Cámara, si el total de la Cámara excede por 8 números su porcentaje de los votos nacionales emitidos, se descontará el número de diputados de representación proporcional hasta ajustarse a los límites establecidos, destinándose los diputados excedentes a otros partidos políticos que sí los tengan. compatibilidad con esos supuestos.

En otras palabras, un partido mayoritario puede simplemente no aprobar reformas constitucionales, que requieren una mayoría calificada, sin el apoyo de otras fuerzas políticas.

Sin embargo, esa legislación sólo se aplica a los partidos, aunque no existen restricciones sobre qué coaliciones pueden tener éxito y superar una mayoría calificada.

Así, Morena –en alianza con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM)– podría tener apenas unos 365 legisladores del mismo bloque, según proyecciones del gobierno.

La mayoría se obtiene con el voto de dos tercios de la Cámara en la sala del pleno. En números, esto equivale a 334 legisladores, si hubiera 500 diputados.

Las cifras finales se conocerán una vez que se completen los cálculos de los distritos electorales, se resuelvan las situaciones difíciles y el Tribunal Electoral declare válidas las elecciones. Esto tendrá lugar como máximo una semana antes del inicio de la nueva legislatura, prevista para el 1 de septiembre.

López Obrador busca representación proporcional o diputados «plurinominales»

El cinco de febrero -fecha que coincide con la promulgación de la Constitución de 1917- el presidente López Obrador presentó 20 reformas constitucionales, entre ellas la reforma político-electoral que prevé deshacerse de las candidaturas «plurinominales» con la idea, según AMLO, de reducir costos.

De seguir adelante la propuesta presidencial, la Cámara de Diputados tendría trescientos escaños, sin contar los doscientos escaños asignados a los partidos.

Si, por ejemplo, solo tuviéramos diputados elegidos directamente mediante el voto popular, Morena y sus aliados habrían obtenido al menos 256 escaños de 300, o el 85% de los escaños, según conocimiento del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). .

Claramente, el gobierno actual está a favor de deshacerse de los legisladores de representación proporcional, cuyo objetivo es «proteger la expresión electoral cuantitativa de las minorías políticas y asegurar su participación en la integración del cuerpo legislativo», según la ley mexicana.

Los efectos iniciales presentados a través del Instituto Nacional Electoral favorecen al bloque gobernante.

La alianza Morena-PT-PVEM, según los cálculos del gobierno, puede obtener 82 escaños de 128, lo que le otorga una mayoría indiscutible, con sólo 3 senadores menos para lograr una mayoría calificada en caso de que una votación incluya a todos los legisladores. presente. . . De hecho, Morena y sus aliados podrían simplemente aprobar esas reformas en ausencia de senadores de la oposición.

Aunque la coalición Continuar Haciendo Historia está en camino de ganar 60 de los 64 escaños asignados por mayoría relativa, los principios de primera minoría y representación proporcional de la oposición equilibran la cámara alta.

El Movimiento Ciudadano, según los máximos conocimientos recientes del INE, podrá contar sólo con al menos dos senadores de primera minoría, además de 3 o hasta 4 senadores plurinominales, quienes podrán apenas jugar un papel fundamental en la aprobación de reformas constitucionales. . Array Y eso sin contar a los senadores de otros partidos que pueden votar a favor del bloque gobernante.

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