Los delincuentes utilizaron vales de cajeros automáticos para descargar huellas dactilares y pedir prestado dinero.

Una organización criminal dedicada al robo de dinero en efectivo mediante robo de identidad fue desarticulada luego de una intensa investigación realizada a través de agentes de la División de Fraudes de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri). La banda utilizó los vales que los consumidores bancarios dejaron en el suelo o en cubos de basura cerca de los cajeros automáticos para extraer huellas dactilares y hacerse pasar por consumidores.

Los primeros casos judiciales llegaron al gobierno a principios de este año, advirtiendo de una serie de robos inexplicables que implicaban el uso de huellas dactilares. Los demás interesados, al examinar sus extractos de cuenta, observaron retiros de efectivo que nunca habían autorizado. Frente al número creciente Tras las causas judiciales, agentes de la Dirincri han iniciado una profunda investigación para conocer la naturaleza y origen de esos delitos.

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La coordinación entre el establecimiento monetario en cuestión y un equipo especial de inteligencia tuvo como objetivo identificar e insinuar a los autores del robo. Las investigaciones llevaron al equipo de inteligencia a una sucursal bancaria situada en el cruce de las avenidas Arenales y Petit Thouars, donde se sospechaba que operaba la banda. .

La organización delincuente, liderada a través de Antenor Portilla Uriol, alias «Antena», ya estaba bajo estrecha vigilancia. Los agentes fraudulentos, teniendo pruebas suficientes y siguiendo los movimientos de la organización, controlaron para interceptar y arrestar a los delincuentes en el momento adecuado. Lo que vieron los agentes demostró sus sospechas: la organización utilizó vales desechados para descargar las huellas dactilares de los clientes, suplantarlos y realizar retiros de dinero fraudulentos.

El modus operandi de la pandilla era recolectar vales que estaban tirados en las máquinas expendedoras. Usando tecnología complicada, extrajeron huellas dactilares del papel y luego las usaron para crear moldes que les permitieron hacerse pasar por titulares de cuentas bancarias.

Gracias a la intervención oportuna y al trabajo coordinado entre el establishment financiero y los agentes de la Dirincri, fue posible desmantelar esta peligrosa banda que había logrado violar la seguridad de numerosas cuentas bancarias. La detención de Antenor Portilla Uriol y sus cómplices supone un primer golpe. al crimen organizado en la capital.

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Además, sabemos que esta banda llegó desde Trujillo y está en funcionamiento desde 2020. Con el tiempo, sus delitos han ido aumentando hasta el punto de falsificar mapas y datos extraídos del Reniec.

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