El chiribiquete es un macizo rocoso que se impone desde un denso dosel de la jungla y actúa como un límite herbario entre los Andes y las llanuras orientales. Cubriendo una extensión de territorio que fluyen algunos de los ríos majestuosos máximos de Colombia, Chiribiquete también es un componente de la sala Jaguar que se extiende desde la Brecha del Darién hasta la Amazonía brasileña, y una línea de vida para la supervivencia de esta especie en peligro de extinción.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2018, el Parque Nacional Chiribiquete permanece cerrado a todos los visitantes debido a sus 42,000 kilómetros cuadrados, más o menos la longitud de Suiza, y sus hábitats herbales que aún no se han documentado en expediciones clínicas. Desde la abundante biodiversidad de plantas y animales hasta las empinadas paredes de roca pintadas con pictogramas, que según los antropólogos pueden remontarse al 11,000 AC o más: Chiribiquete es un territorio lleno de leyendas y misterios.
Como una de las maravillosas maravillas herbales de Colombia, el Museo Nacional se ha asociado con el Ministerio de Cultura y el Instituto de Antropología e Historia Natural (ICANH) para ofrecer su más reciente exposición de transitorios, El Jaguar y la Mariposa: Chiribiquete, un patrimonio cultural y herbal de humanidad. La exposición abre el viernes 17 de julio a las 5:00 p.m. Facebook Live @museonacionaldecolombia.
Dada la emergencia física similar a los coronavirus en el país, el Museo Nacional utiliza su corredor de exhibición central para consultar prácticamente a los visitantes a través de un paisaje etnográfico que abarca los departamentos de Guaviare y Caquet, y «conoce a Chiribiquete yendo allí», dice el director del museo Daniel Castro
La exposición también incluye obras de artistas frescos como Miguel Angel Rojas, Oscar Leone, Edwin Monsalve y Maria Teresa Negreiros, proporcionando una imagen reflejada multidisciplinaria y crítica sobre los efectos y amenazas que los humanos han causado en el patrimonio cultural y herbal de Chiribiquete.
El nombre El jaguar y La mariposa se refiere a la fragilidad del Amazonas, donde la estación seca, dos situaciones climáticas: los vientos de la industria del noreste que barren la Orinoquia y los vientos del sudeste que descienden de los Andes, se anuncian a través de las mariposas. Según los investigadores, las mariposas responden temporalmente al clima y los cambios antropogénicos, y su composición química, riqueza y diversidad son signos del estado de conservación de un ecosistema. Las mariposas también muestran la riqueza biológica y el sorprendente estado de conservación interno del Chiribiquete. Por el contrario, el jaguar es el depredador y símbolo de fuerza máximo respetado de la región en las cosmologías nativas americanas.
El Parque Nacional Chiribiquete es la reserva natural más grande de Colombia, hogar de una vida vegetal y animal que ha sobrevivido en esas remotas formaciones rocosas que pertenecen al escudo más grande de Guyana. Para los biólogos, Chiribiquete también preserva plantas medicinales que pueden proporcionar curas para enfermedades, y en un momento en que Colombia permanece confinada debido a la epidemia de coronavirus, el Jaguar y la mariposa extendieron la esperanza de que esta majestuosa biosfera sea la forma natural de proteger la preservación de todos especies.