En una pequeña sala de estar del Palacio del Elíseo, en un ala este de la planta baja, yendo a los apartamentos privados, una tarde el presidente Macron aparece en pijama.
Sentado en un banco de terciopelo de los años 50, se puso a leer. ¿Está durmiendo? En la oscuridad, se le aparece el general De Gaulle, o su fantasma.
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sorprendente
«¿Así que usted es el presidente?»
E. M. : «Mi General».
D. G. : «¿Estás sonriendo?»
E. M. : «Yo joven cuando los franceses me eligieron por primera vez».
D. G. : «Miras muy adolescente, al palacio, resáltalo más a hombres de cierto calibre».
E. M. : «No, estoy envejeciendo a paso de perro. Cada año se publican siete».
D. G. : «Cuando era joven, nunca lo fui. Y cuando los franceses a pesar de todo tomaron la decisión de elegirme, ¡tenía más de setenta años!»
Encuentro entre dos mundos, dos épocas, esta fantasía política nace por supuesto del ojo prolijo de su autor. Sin embargo, no es descabellado establecer un vínculo, supuesto, entre el que estuvo en el origen de la Quinta República y el octavo presidente, unos sesenta años después.
Este encuentro entre estos dos personajes tendrá lugar (estreno mundial) en el nivel de Flandry este viernes por la noche.
Camping Emmanuel Macron, la selección de Adrien Melin resulta ser la mejor selección. Un habitual en el festival de Nava, el actor ya había frecuentado el Elíseo en la obra homónima que interpretó en la pasada edición del festival. reunión entre Chirac y Mitterrand justo antes de las elecciones de 1981. Bajo el kepi del general, el actor Stéphane Dausse asume un papel a la medida de este artista de rica y diversa trayectoria (Le Bourgeois gentilhomme, Le dernier jour d’un condamné o Un tramway nommé deseo).
Relatar encuentros reales o imaginarios entre personajes que hacen o han hecho historia resulta un tema que encaja con el dramaturgo de Limoux.
En 1989 en «Villa Luco» Jean-Marie Besset había labrado una maravillosa buena fortuna popular en esta obra que relata la entrevista entre De Gaulle y Pétain en la isla de los Ojos.
Dado que reemplazamos siglo y problema, es en esencia todo el encanto de esta pantalla de lectura propuesta a Flandry.